Creadores de reprogramación celular ganan Nobel de Medicina
<P>John Gurdon y Shinya Yamanaka descubrieron que cualquier célula adulta puede rebobinarse y volver a su estado primario.</P>
Era 1962, cuando toda la comunidad científica estaba convencida de que las células se diferenciaban irreversiblemente desde su estado embrionario hasta convertirse en músculo, hueso o un órgano específico, John Gurdon realizó un experimento que revolucionó la ciencia: sacó el material genético (el núcleo) a células del intestino de una rana y lo puso en el óvulo de otra rana, al que antes le había extraído el núcleo. Contrario a lo que se sabía hasta entonces, el óvulo -con nuevo núcleo- dio origen a varios renacuajos de la misma manera que lo hubiera hecho antes de la intervención. Era la primera vez que se clonaba un vertebrado.
El experimento inició lo que hoy se llama reprogramación celular, y es la razón por la que Gurdon junto al japonés Shinya Yamanaka, que también ha logrado grandes avances en este campo, ganaran ayer el Nobel de Medicina.
Yamanaka, que irónicamente nació el año en que Gurdon lograba su gran hallazgo, en 2006 pudo por primera vez "reprogramar" una célula madre adulta hasta convertirla en una célula madre pluripotencial, es decir, con la capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula, casi la misma capacidad de una célula madre embrionaria, pero sin el dilema ético de esta técnica, que implica destruir el embrión.
En 2007, el japonés logró los mismos resultados, pero con células humanas, gracias a la manipulación de cuatro genes. Sin embargo, sus intentos por "rebobinar" o rejuvenecer células tenía riesgos: se requería un virus que transportara la información genética, y además, en esos cuatro genes había uno que promovía el desarrollo de tumores. Con el tiempo, la técnica mejoró, eliminando el virus como transporte -los genes ahora se aplican directamente- y desechándose además el riesgo tumoral.
Según la Academia Nobel, gracias a los estudios de Gurdon y Yamanaka "comprendemos que las células adultas no tienen por qué estar confinadas para siempre en su estado especializado".
Hoy, estas células, llamadas células madre pluripotenciales inducidas (iPS) tienen un gran potencial como tratamiento de enfermedades y lesiones a partir de células madre del propio paciente para evitar cualquier rechazo.
"Todo el proceso de diferenciación que ocurre en la generación de un tipo de célula (reprogramación) puede convertir a una célula pluripotente en otra célula más especializada, como una célula nerviosa (neurona), o cardiaca , o de la piel", explica Fernando Sepúlveda, doctor en bioquímica del Instituto Curie (Francia).
Sir Gurdon en Chile
El científico británico -nombrado sir en 1995- ha estado varias veces en Chile. La última, en enero, invitado por la U. Andrés Bello. En la ocasión, invitó a los estudiantes a crear un nuevo espacio de investigación con otros científicos latinoamericanos.
En una entrevista realizada por La Tercera en 2003, sir Gurdon ya presagiaba que algún día "tomaremos un pequeño trozo de piel , trasplantaremos el núcleo de esas células en óvulos y obtendremos embriones de los que sacaremos células madre. Será un sistema de reemplazo celular. No es ciencia ficción. Curar la leucemia o reparar células nerviosas son esperanzas razonables".
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