Crece controversia en Alemania por vínculos entre servicio secreto y ex nazis

<P>Historiadores revelaron fichas que prueban los lazos de ex jerarcas del Tercer Reich con el BND.</P>




La historia no perdona. Cuando Israel dio a conocer al mundo, en mayo de 1960, que Adolf Eichmann, el oficial de las SS que había organizado el transporte de cientos de miles de judíos hacia los campos de exterminio, se encontraba encerrado en una celda de alta seguridad en Jerusalén, una ola de alegría contagió a los sobrevivientes del Holocausto. Pero en Bonn la noticia desató el pánico en las altas esferas del gobierno alemán.

Aunque Eichmann, después de ser encontrado culpable de crímenes contra la humanidad, fue ejecutado el 31 de mayo de 1962 y sus cenizas fueron esparcidas en las aguas del Mediterráneo, su espectacular captura provocó un debate que aún sigue cautivando a los historiadores y periodistas que buscan respuestas a dos preguntas capitales. ¿Cómo pudo el famoso "asesino de escritorio" burlar a la justicia y a sus cazadores durante 15 años? y ¿quiénes le ayudaron a escapar, primero de Alemania y posteriormente de Italia?

Aunque el "asesino de escritorio" era buscado en medio planeta, ni la CIA ni Bonn tomaron medidas para capturar al criminal nazi. La primera tenía en su nómina a decenas de antiguos oficiales nazis y temía que la red de espías quedara al descubierto si Eichmann era llevado ante la justicia. El BND, en cambio, tenía otros intereses, los que están siendo conocidos recién ahora en Alemania. Ello, en parte, gracias a una inédita política de transparencia en el polémico servicio de espionaje alemán y a una medida que se aplicó en 2007, cuando los responsables del archivo del servicio secreto destruyeron unas 250 actas personales que contenían información relevante de igual número de espías que pasaron de las SS al nuevo organismo.

La destrucción de las actas personales fue descubierta por casualidad en noviembre pasado por un grupo de académicos que investiga al organismo desde marzo de este año. El grupo desea reconstruir la actividad de centenares de antiguos nazis que lograron rehacer sus vidas como espías del nuevo país que nació tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Entre las actas destruidas, según informaciones de la comisión, había documentos de espías del BND, que durante el Tercer Reich ocuparon importantes funciones en las SS y la Gestapo. "Existe la sospecha de que miembros del BND intentaron impedir el trabajo de investigación de la comisión", dijo la revista Der Spiegel.

La destrucción de las actas revivió en el país la vieja sospecha de que famosos criminales nazis que lograron escapar a la justicia, como el médico Joseph Mengele y Alois Brunner, trabajaron para el BND, al igual como lo hicieron Klaus Barbie, el "carnicero de Lyon", y Walter Rauff, el oficial de las SS que murió en 1984 en Chile. Por ello, han crecido las presiones por crear una comisión parlamentaria que investigue y aclare el tema.

Barbie, un "hombre inteligente, seguro y discreto", según consta en el acta V-43118 que se puede leer en el Archivo Federal de Coblenza, trabajó hasta 1966 como espía del BND en Bolivia, donde llegó gracias a la ayuda que recibió del servicio de contrainteligencia del Ejército estadounidense.

El acta V-7410, en cambio, no contiene alabanzas para Enrico Gómez, el alias con el que era conocido Rauff en el BND, pero revela que el BND conocía los crímenes cometidos por el ex oficial de las SS. El trabajo que realizó Rauff para el BND también se puede leer en la página web del BND (www.bnd.de). Uno de sus principales objetivos fue recabar información sobre la Cuba de Fidel Castro. Pero según los informes de la BND su trabajo no fue satisfactorio. Un capítulo de la vida del ex oficial de las SS, en todo caso, sigue estando clasificado como "secreto": la relación que tuvo con colonia Dignidad.

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