Crisis mundial lleva a ONG a cerrar oficinas y ofrecer planes de renuncia voluntarios




Reducirse a la mínima expresión con una oficina por país y fomentar el trabajo virtual para alivianar costos, es la tendencia de algunas ONG con presencia en la región. La crisis no les fue indiferente. "Todas están afectadas, porque los fondos de las agencias extranjeras cayeron junto con la Bolsa y la recuperación ha sido lenta", dice Patricio Rodrigo, secretario Ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia.

Oxfam -de origen inglés-, cerró en julio su oficina en Chile y Perú, quedando con la oficina de México. La ONG Avina recurrió a planes de renuncia voluntaria. En Chile, al igual que en otros países de América Latina en los que tiene presencia, redujeron las oficinas físicas -pasaron de tres a una- y los bienes materiales. Sin embargo, se fomentó el trabajo virtual para mantener la presencia regional.

Según The Chronicle of Philanthropy, un boletín sobre organizaciones sin fines de lucro, la Fundación Kellogg ofreció el año pasado a 40% de su personal sumarse al retiro voluntario. Dicha fundación perdió aproximadamente el 30% de sus activos como resultado de la crisis económica.

La misma publicación señala que, enfrentando una caída similar en el valor de sus activos, la Fundación Ford eliminó 30 puestos de trabajo a través del cierre de oficinas en Vietnam y Rusia, y ofreció programas de retiro voluntario. Ambas fundaciones enfatizaron que las reducciones de personal y otros recortes presupuestarios ayudarán a las organizaciones a mantener sus programas de financiamiento.

No sólo pesa la crisis. "Al ser un país Ocde, Chile dejó de ser foco para las fundaciones que donan", dice Rodrigo.

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