Cruzat vende su último gran activo para superar su crisis financiera
<P>Manuel Cruzat traspasará control de Curauma al grupo Hurtado Vicuña para pagar millonarias deudas con sus acreedores. </P>
Manuel Cruzat Infante acordó vender el último gran activo que mantenía bajo su control. Aquejado por una situación financiera que hizo crisis en las últimas semanas, con cuestionamientos de su auditora y sanciones de la Superintendencia de Valores y Seguros, con la suspensión por siete meses de su corredora CB y acreedores que incluso acusan apropiación indebida de fondos , Cruzat pactó ayer el traspaso del control de Curauma al grupo Hurtado Vicuña, comunicó a la SVS. La operación está sujeta a condiciones que no fueron especificadas ayer.
"El mecanismo acordado incluye tanto la venta de acciones como la suscripción de un aumento de capital que fortalecerá la posición financiera de la empresa", informó Curauma.
Otra de sus sociedades, Capitales, informó a la SVS que el controlador, el grupo Cruzat, señaló que la recaudación de recursos permitirá respaldar el pago de acreencias de Capitales y sus filiales en los acuerdos que logre con sus acreedores y los convenios en curso.
Curauma S.A. tiene 3.041 hectáreas urbanas para desarrollo inmobiliario en la V Región, de las cuales 2.014 corresponden al fundo Las Cenizas. Mientras Colliers International había tasado ese activo en $ 41.623 millones, a un precio de 0,09 UF el metro cuadrado, el grupo Cruzat lo valorizaba en $ 93.497 millones, a 0,2 UF el metro cuadrado. La SVS ordenó a Curauma corregir sus balances y adecuarlos al cálculo de Colliers, solicitado por la auditora BDO.
El precio de la transacción no fue revelado, pero entre profesionales que han trabajado en el tema dijeron que Hurtado habría aceptado valorizar el activo en 0,2 UF el metro cuadrado. La valorización de los activos de Curauma se acercaría a US$ 150 millones, pero todo ese dinero no iría a Cruzat. Su activo principal, Las Cenizas, fue entregado en leasing a Euroamérica y Curauma debe pagar US$ 30 millones en agosto para recomprar los terrenos.
La venta, en todo caso, permitiría al grupo Cruzat saldar parte importante de sus deudas. Por de pronto, debe US$ 40 millones a CMR Falabella y más de US$ 70 millones a la Tesorería General de la República. La semana pasada, el grupo presentó convenios judiciales para evitar la quiebra de CB Corredores, Cuentas Punto Com y CB Consultorías y Proyectos. En los textos, presentados por el abogado Nelson Contador, Cruzat comprometía el apoyo de tres firmas, dueñas del 42,48% de Curauma, para saldar sus compromisos financieros.
Dos hijos
Cruzat, quien en los años 80 controló el mayor grupo económico del país junto a Fernando Larraín Peña, delegó en sus hijos la negociación de un acuerdo para salir de su última crisis. Varias fuentes dicen que Manuel hijo, quien estaba alejado del grupo familiar, y José Luis Cruzat Valdés, abogado, negociaron con el grupo Hurtado y han estado en contacto con los acreedores.
El comprador está liderado por los hermanos Juan y Pedro Hurtado, quienes antes ya habían adquirido otros activos de Cruzat cuando estuvo en problemas. A fines de 1996, Hurtado compró Cruz Blanca Previsión y Seguros a Manuel Cruzat. Hurtado y Cruzat mantienen otro negocio juntos: el proyecto Lo Aguirre.
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