Cumbre de Cancún busca acuerdo mínimo para evitar un total fracaso

<P> Estaba previsto que la cita sobre el cambio climático concluyera sin un acuerdo global ni vinculante. </P>




Los ministros de Medio Ambiente de más de 190 países intensificaban esta madrugada sus negociaciones para cerrar un acuerdo mínimo que permitiera salvar de un completo fracaso a la cumbre del cambio climático de Cancún.

Aunque se preveía que la cita terminaría sin un pacto global y vinculante, hasta las primeras horas de hoy tampoco se había logrado el paquete "equilibrado" de medidas esperado por la mayoría de las delegaciones.

Luego de que las discusiones estuvieran estancadas por horas ayer, la presidenta de la conferencia, la canciller mexicana Patricia Espinosa, presentó a los delegados un texto base para la negociación. Tras esto, afirmó que la cita "entró en una fase nueva", abriéndose la posibilidad de que el acuerdo saliera adelante. Sin embargo, el documento fue inicialmente rechazado por Bolivia, al afirmar que éste no garantiza la continuidad del Protocolo de Kioto (1997) y los compromisos de reducción de emisión de gases. Hasta esta madrugada, Venezuela intentaba interceder para salvar la cita.

De hecho, el principal punto de disensión para lograr una salida airosa de la conferencia era la continuidad de este protocolo -el único acuerdo internacional vinculante para reducir las emisiones que producen el efecto invernadero- cuando expire dentro de dos años, y algo que Japón, además de Rusia, Bielorrusia, Canadá y Australia rechazan, ya que los obliga a unos recortes de emisiones que no tienen otras grandes economías como EE.UU. y China. Washington no ha ratificado ese acuerdo internacional y a China no le afecta por ser un país en desarrollo. Los países desarrollados que ratificaron el Protocolo de Kioto solo cubren el 27% de la reducción de emisiones, lo que no basta para las metas fijadas. Se esperaba que en el texto final de Cancún se aplazara hasta 2012 la decisión sobre la prórroga de este tratado. En el documento, además, debían recogerse decisiones en áreas fundamentales como mitigación, adaptación y deforestación.

Por de pronto, la cumbre de Cancún llegó ayer a un consenso para establecer un Fondo Verde que financie a los países en desarrollo, aunque resta decidir cuestiones sobre el fideicomiso o la composición de su Consejo.

Así lo anunció el ministro de Medio Ambiente de Bangladesh, Hasan Mahmud, quien dijo que después habrá que acordar sus características y funcionamiento.

El Fondo Verde debe estar dotado con US$ 100.000 millones anuales a partir de 2020, según lo comprometido en la anterior cumbre de Copenhague.

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