Daniel Chernilo: "La Unión Europea debe enfrentar su déficit democrático y crear una 'Europa ciudadana'"

<P>Profesor en Inglaterra, de la U. de Loughborough, reflexiona sobre el concepto de "cosmopolitismo". </P>




Para el sociólogo chileno Daniel Chernilo, los fenómenos más importantes de la sociedad moderna están simultáneamente anclados en los niveles local, nacional, regional y global. Por eso toma distancia del "nacionalismo metodológico", que ha marcado la trayectoria de su disciplina, así como de lo que llama "ortodoxias globalizadoras", de Anthony Giddens o Ulrich Beck.

Profesor en la universidad británica de Loughborough, lo suyo es un proyecto cosmopolita que vuelve a asomar en La pretensión universalista de la teoría social, libro en el que se pregunta por la potencialidad de la sociología para pensar la condición universal y considerar su evolución. Así, profundiza en las raíces históricas y los fundamentos filosóficos de temas tratados en A social theory of the nation-state (2007) y Nacionalismo y cosmopolitismo (2010).

El programa cosmopolita, ¿qué tiene de programa y qué tiene de convocatoria?

El cosmopolitismo es tanto un programa filosófico como un programa político-institucional. Filosóficamente, se pregunta qué constituye y cómo se fundamenta la unidad de la especie humana. Político-institucionalmente, el cosmopolitismo favorece transformaciones que apuntan a darle correlato "concreto" a ese ideal: el respeto de los derechos humanos como un valor universal, la importancia de instancias supranacionales para la resolución pacífica de conflictos, la ampliación de derechos civiles, políticos y sociales, más allá de las fronteras nacionales, etc. Su capacidad de convocatoria dice relación con las características más importantes de la modernidad global. Del calentamiento de la tierra a la crisis financiera, las crisis de los sistemas políticos y los indignados de los cinco continentes, todos apuntan a la dimensión global de la modernidad y nos interpelan como miembros de una única especie.

¿Qué elemento diferenciador aporta esta mirada?

Hay dos opciones en este punto. La primera es sostener que el cosmopolitismo es un programa específico que apunta a la ampliación de esferas de acción supra o transnacionales (cortes internacionales, derechos humanos universales, etc.). En ese sentido, la teoría social u otras disciplinas pueden apoyar o rechazar el cosmopolitismo como programa normativo. La segunda, de la que me siento más cercano, pasa por entender el cosmopolitismo como consecuencia normativa "necesaria" de un presupuesto fundamental de las ciencias sociales modernas: todos los seres humanos tienen las mismas capacidades de producir y reproducir la sociedad. Vistas así las cosas, hay un fundamento universalista que es cosmopolita.

Immanuel Kant asoma como referente para el cosmopolitismo. ¿En qué términos?

Kant es el pensador central de la tradición moderna de pensamiento cosmopolita. Más allá de su idea utópica de una "paz perpetua", está su distinción entre derecho nacional, que rige al interior de un Estado-nación, derecho internacional, que regula las relaciones entre estados, y derecho cosmopolita, que habla de derechos humanos universales que todos los estados deben respetar, con independencia de la nacionalidad de los individuos.

La opinión pública, ¿va hoy más por el lado de Foucault (un asunto de conocimiento y poder, construido por el discurso) o por el de Habermas (un debate hecho público gracias a la comunicación y arbitrado por la razón)?

Foucault es uno de los grandes pensadores del siglo XX, pero es reduccionista al extremo cuando define que lo "esencial" de las relaciones sociales es el poder: el poder es una forma de relación social absolutamente crucial, pero no es todo lo que somos. En ese sentido, me siento mucho más cercano a Habermas, con quien coincido en que la conexión entre filosofía y ciencias sociales es la mejor combinación para explicar empíricamente los desafíos presentes y reflexionar normativamente sobre sus consecuencias. Además, Habermas ha defendido una posición universalista sobre la unidad de la especie humana. También comparto su llamado a la profundización democrática desde una perspectiva cosmopolita o posnacional.

Habermas habla hoy de una asimetría entre la participación de los pueblos europeos respecto de los beneficios comunitarios y su indiferencia respecto de las decisiones tomadas en Estrasburgo.

Comparto que la Unión Europea requiere no sólo mayor unidad fiscal para salvar el euro, sino también enfrentar definitivamente el problema de su déficit democrático y crear una "Europa de ciudadanos". Incluso, cuando los líderes políticos hacen llamado a profundizar la democracia mediante plebiscitos, lo hacen sin ninguna convicción democrática.

A propósito de la agitación estudiantil de este año, ¿cómo ha visto el rol de la ciencia política y la sociología, en términos de prever, analizar y eventualmente, subirse al carro una vez en marcha?

Las ciencias sociales tienen baja capacidad predictiva, lo que es un problema para muchos, aunque no creo que esa sea su misión. Más importante es poder entender, explicar y reflexionar sobre qué está en juego cuando distintos proyectos normativos entran en competencia: ¿qué es una sociedad justa y por qué creen los actores que tal o cual cambio educativo o económico es necesario? ¿Qué concepciones de justicia, de igualdad, de libertad están en juego en sus demandas? Ha habido una tendencia "natural", pero por suerte no mayoritaria, ha intentar respuestas simplistas del tipo "el problema en Chile es el síndrome de los US$ 15.000". Eso es mala economía y mala sociología. Obviamente, cuando aumenta el ingreso económico aumentan las demandas sociales, pero en Chile el problema más profundo es la desigualdad.

Para mí, hay dos cosas en juego: por el lado local, frustración con tremenda desigualdad en el país; por el lado global, el desacople entre valores e ideales universales, como la justicia, la equidad y la democracia, e instituciones políticas y educativas que, si bien están inspiradas en esos principios, en su funcionamiento real atentan contra ellos.

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