DC Comics: el arte de crear mitos en los trajes de superhéroes
<P>Un lujoso y exhaustivo nuevo libro de editorial Taschen recorre los 75 años de la editorial que lanzó a la vida a Superman y Batman.</P>
No se le esperaba, pero parece que llegó en el momento más oportuno. Se dio a conocer con un ajustadísimo uniforme azul y rojo, de mallas y capa. "Los años 30 fueron una década oscura en Estados Unidos, entre el peso de la Gran Depresión y los nubarrones de una incipiente guerra en el extranjero. La gente estaba preparada para un nuevo tipo de héroe". Uno con S de súper.
Paul Levitz, presidente entre 2002 y 2009 de la casa en la que nacieron "mitos modernos" como Superman -el primer súper hombre en viñetas-, destaca el contexto histórico en el que nació este tipo de cómic.
"Nadie esperaba mucho de esas primeras tiras cómicas, más allá de alguna sonrisa y unos minutos de entretenimiento", añade Levitz.
Tres cuartos de siglo después, su influencia es muy distinta. Con Superman comenzaba el pilar de una industria cuya evolución queda retratada a través de la historia de uno de los sellos más poderosos en el libro 75 years of DC Comics. The art of modern mythmaking (75 años de DC Comics. El arte de crear mitos modernos), una cuidadísima edición XL de Taschen. El volumen acaba de aparecer celebrando los tres cuartos de siglo de la editorial creada en 1934.
Se los llama mitos por su influencia cultural. Ha pasado menos de un siglo. El cómic de superhéroes se popularizó, se convirtió en industria, surgieron los fans y el coleccionismo y, con los años, ha llegado por fin a ser un arte reconocido como tal, no sólo influenciable, si no también capaz de influir a otras disciplinas artísticas.
"Se podría rellenar una estantería solo con libros escritos sobre Superman u otros personajes como Sandman. La profundidad de las reflexiones y el debate generado muestran cómo se han convertido en mitos, cuentos que son contados una y otra vez y reinterpretados en busca de su significado más profundo", apunta Levitz.
Fábrica de superhombres
El libro se centra en el desarrollo de DC -nombre tomado de la revista Detective Comics- como industria editorial. Sirve para entender el salto de las viñetas al cine, el nacimiento del 'merchandising', el surgimiento de la novela gráfica, la lucha de los artistas por mejorar sus condiciones, el desarrollo de la competencia con Marvel (Spiderman, Los hombres X y compañía), el auge y el declive de la historieta de quiosco, la evolución en temática o el trabajo que se desarrolla de páginas para adentro. Y, desde luego, se aborda el nacimiento y la evolución de los superhéroes con especial atención a los tres citados y a otras estrellas de la casa, como la Mujer Maravilla, Flash Gordon, Linterna Verde, o La Cosa del Pantano.
Además, presenta varias líneas temporales en las que coloca las principales novedades de cada año y en la que se remontan a la escritura cuneiforme egipcia para hacer un repaso de la historia del cómic, como hace el teórico Scott McCloud en Entender el cómic.
A lo largo del libro, Levitz apunta ideas como que a los superhéroes les faltaba un distintivo de etnicidad, una identidad cultural. Explica en este sentido que los propios artistas que creaban los cómics querían ser parte de la mayoría americana y que sus personajes también lo fueran.
Por ello, dice, algunos como Bob Kahn o Jacob Kurtzberg cambiaron sus nombres por Bob Kane o Jack Kirby. El libro queda también plagado de anécdotas. Se cuenta, por ejemplo, que la temporada en que las oficinas de DC estuvieron en el 666 de la Quinta Avenida dio pie a todo tipo de bromas apocalípticas.
El futuro, en pantalla
Entre el Superman de Jack Burnley y el Batman dibujado por Bob Kane, portada y contraportada, la historia de los más de 40 mil cómics publicados por DC se orquesta a lo largo de más de 700 páginas, algunas dobles literalmente brillantes para separar los seis períodos que abarca el libro: la edad de piedra del cómic (hasta 1938), la de oro (termina en el 1956), plata (hasta 1970), bronce (finaliza en el 84), oscura (1998) y moderna, en la que entronca con los desafíos de la era digital.
Incluye también un centenar de minibiografías y solo tres de ellas de mujeres, un reflejo de un mundo dominado por hombres.
Dos mil imágenes -esenciales para trazar y entender la evolución del cómic en estos años, que salta a la vista con el pasar de las páginas- de portadas y páginas interiores, ilustraciones originales y fotografías visten de colores esta edición de considerable peso, acompañada de los textos (en inglés) de Levitz y comentarios de los artistas que han sido responsables de las viñetas más aplaudidas de DC.
Un repaso al pasado que sirve, de paso, para asomarse al presente, que no futuro, del 'noveno arte'. "Con una generación que ya está creciendo prefiriendo obtener la mayoría de su entretenimiento en pantallas que en páginas, está claro que el próximo desafío de los cómics es moverse hacia el formato digital. Lo digital, de hecho, ya ha transformado el proceso de producción de cómic, permitiendo que escritores y artistas colaboren a miles de kilómetros de distancia", apunta Levitz.
El ex presidente de DC destaca asimismo que "en Japón ya hay mangas que solo se hacen para teléfonos inteligentes" y que hay webcómics exitosas, con beneficios derivados de merchandising o de ediciones impresas. Pasarán los años, pero no se perderán los mitos. Apunta Levitz: "Sentados junto al fuego en nuestras cuevas ultratecnológicas y viendo las próximas décadas de cuentos por contar".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.