De copas y de bocados

1 Piso 21, Hotel W

Una panorámica notable. De un lado, el Santiago emergente a los pies de la cordillera y, del otro, el consolidado. En esta terraza del W se despliega un bar con dos niveles de alma de lounge, ideal para alegrar estos días de febrero. Aquí transitan tragos de base fresca como el Pisco sour W ($ 5.000), hecho con pisco de triple destilación que modera los aromas propios del producto, y que resaltan la albahaca y el pepino que completan la copa. Otros destacados: Clementine crush ($ 5.500), en vaso whiskero con vodka mandarina, jugo de naranja, azúcar, agua tónica y un prounciado toque de jengibre fresco que lo hace distintivo; ideal para compartir con más de una decena de tablas y bocadillos rápidos. El más interesante: el Gourmet ($ 24.900), que alcanza holgadamente para dos personas, con cubos de salmón ahumado fresco, cebiche, camarones al ajillo y guacamole, entre otras opciones.

Dirección: Isidora Goyenechea 3000. Tel.: 7700000.

2 Bar Flamingo

Son pocos los espacios que en Santiago han apostado su razón de ser a la movida tropical elegante. Eso permite que Flamingo consiga de entrada su cuota de atención: dos niveles, rincones íntimos en penumbras, terraza holgada, un bar que recuerda escenas tipo Scarface y salsa, mucha salsa. La carta se presenta con coctelería exclusiva: por citar algunos ejemplos, está el poderoso Charly Brigante ($ 5.500), whiskey con licor de frambuesas, jugo de cranberry, limón y sirope de jengibre; y el Saketini del Flamingo ($ 4.900), sake más vodka macerado en hierbas, sirope de lavanda, pepino y huevitos de pescado flotando en la copa. La lista de platos es más recatada, pero con una grata variedad de piqueos: Pulpo a la Puta Madre ($ 3.600), salteado con dos tipos de ají que sí que le hacen honor al nombre. Opciones más suaves: Enchiladas de Salmón y Cangrejo ($ 4.900), más tártaros, tamales, cebiches y harta onda tropical rondando.

Dirección: Tobalaba 171.

Tel.: 9867429.

3 Zabo

El vodka es la base de la coctelería de Zabo. Su dueño, mezcla de polaco y finlandés, tiene una garantía de sensibilidad en el diseño de sus bebidas: hay decenas de opciones polacas, rusas y finesas para beber de un golpe, pero el fuerte está en el refrescante y cítrico Apple Apio (con vodka saborizado, apio y jugo de limón. Aún no está en carta, así que es mejor pedirlo en la barra. $ 4.200); el Mojito Polaco (en éste, el ron es reemplazado por el destilado de la casa, $ 3.900); o el Pepinoska (vodka pera, jugo de limón y, por supuesto, pepino, $ 4.200). Para compartir vale hacerse de una Trilogía de Causas de cebiche, pulpo y anguila E ($ 4.900), o una Tabla Zabo, que combina camarones al pil pil y brochetas de pollo, con salsas que aportan los matices agridulces y picosos. Se llevan bien con una fina carga de alcohol y sabor ($ 7.900).

Dirección: José Victorino Lastarria 307. Tel.: 6393604.

4 Open Wine

Puede ser en el remozado sector cercano al pasaje El Mañío de Vitacura, o bien, en la multisala de comedores de Alto Las Condes. Como sea, este local se ha ganado un espacio por su prestancia de bar de tapas y su vocación por el vino. Aquí se ofrecen de muchos tipos, por botella y por copas (incluso, hay una pequeña tienda de vinos dentro de su local del centro comercial). Pero también tienen una línea coctelera de respeto, con vinos y destilado como base. Está, por ejemplo, el Dolce Vita ($ 4.200), con espumante, drambuie y marraschino; el Loly Pop ($ 4.200), con vodka al mango, albahaca, menta y hielo frozen, que se suman a más de una veintena de opciones cocteleras tradicionales y destilados puros. Para comer, las estrellas son los pinchos y tapas, con opciones sencillas como sus Papas Rotas ($ 2.500) y montaditos finos como los de Magret de Pato ($ 3.900). Además, hay una larga lista de bocados de inspiración hispana. Nada mal para sentir que se está tomando algo en la Península.

Dirección: Vitacura 3891. Tel.: 2079659. Mirador del Alto, Av. Kennedy 9001. Tel.: 9541183.