De Fantasía a Sueños de Fuga: los filmes que fracasaron en cines y resurgieron en TV
<P>Son películas que pasaron por salas con más pena que gloria, pero<B> </B>que gracias a su exhibición en otros formatos, lograron convertirse en títulos emblemáticos.</P>
Justo después de su estreno, la película Sueños de fuga (1994) parecía estar lista para el olvido. Su recaudación fueron escasos 18 millones de dólares, que apenas alcanzaban a cubrir la mitad de los US$ 35 millones que costó. Y ni siquiera su nominación al Oscar como Mejor Película -además de la postulación a otras seis estatuillas- pudo mejorar el panorama: sólo le significó 10 millones de dólares extra en taquilla. Pero la historia cambió. En 1995, cuando fue lanzada en VHS, la cinta protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman se convirtió en la más arrendada de ese año en EE.UU. Dos años después, la señal TNT la estrenó en el cable, prosiguiendo a exhibirla una vez cada dos meses, en promedio, desde entonces, según informó el Sunday Times. En Chile, la historia es parecida, con la película como una de las más repetidas del cable y convertida en un título habitual de más de un canal, sin signos de dar tregua.
Lo sucedido con Sueños de fuga es uno de los ejemplos más emblemáticos, y extremos de ese fenómeno de cintas que fracasan en la taquilla de salas, pero que consiguen una segunda vida en los arriendos y la televisión, multiplicando varias veces sus fans y sus millones en los distintos formatos.
El club de la pelea (1999) es otro caso. Dirigida por David Fincher y protagonizada por Edward Norton y Brad Pitt, la película debutó con controversia, críticas divididas y, aunque su recaudación internacional no fue despreciable, una taquilla estadounidense considerada decepcionante. Tanto, que sus resultados gatillaron la salida del director de Fox, el estudio responsable de la cinta. En este caso, el cambio de fortuna se debió directamente a los DVD y videos. Fincher se involucró personalmente en el traspaso, y la apuesta rindió frutos: El club de la pelea acumuló más de US$ 50 millones por arriendos y se convirtió en uno de los títulos más exitosos de la compañía en formatos caseros. El filme se inscribió como fenómeno de culto emblemático.
El gran Lebowski (1998) también ganó notoriedad luego de su paso por los cines. El filme se ha convertido en uno de los más recordados de los hermanos Joel y Ethan Coen y su personaje central en el rol más emblemático de Jeff Bridges. Gracias a la popularidad que logró en otros formatos, la cinta incluso tiene una convención de fanáticos que reúne a más de mil fans todos los años. Pero su recepción en salas apuntaba al destino opuesto: con un presupuesto de US$ 15 millones, el filme apenas superó los US$ 17 millones.
Títulos que ahora son clásicos indiscutidos y éxitos totalmente masivos también tuvieron su origen en resonantes fracasos de taquilla cinematográfica. Es el caso de Fantasía, un emblema de Disney. En su estreno, en 1940, la película fue tan fallida que causó una de las peores crisis económicas de la historia del estudio. Su popularidad fue creciendo a lo largo de los años y, en 1992, cuando la compañía la lanzó en VHS y laser disc, vendió más de 14 millones de copias y se convirtió en el título más vendido de la historia hasta ese momento.
El recorrido de El mago de Oz es igual de extremo. Aunque ahora es uno de los clásicos más conocidos del cine, cuando se estrenó en cines, en 1939, la cinta apenas recuperó su presupuesto de producción y fue considerada un fracaso por su estudio, MGM, por más de una década. Así, su salto a la masividad llegó en 1956, cuando el filme fue exhibido en televisión por primera vez, en CBS. Esa emisión fue vista por 45 millones de personas y gatilló que su exhibición se convirtiera en un evento anual, cimentando su estatus en la cultura pop.
Blade Runner también se inscribe en esta categoría. Antes de convertirse en una de las películas de ciencia ficción más emblemáticas, la producción dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Harrison Ford tuvo un difícil aterrizaje en cines, con críticas dispares y una recaudación que superó su presupuesto de producción por escasos millones de dólares. Pero las múltiples versiones, con distintas ediciones del filme, y lanzamientos en distintos formatos, desde el VHS hasta el blu ray la convirtieron en referente del género.
Con un perfil más bajo, pero no menos multiplicación de los beneficios, está Office space (1999), de Mike Judge. La comedia liderada por Ron Livingston perdió dinero debido a los escuálidos US$ 10 millones que acumuló en taquilla. Pero se convirtió en un título de culto que vendió 2.6 millones de VHS y DVD hasta 2003 y acumuló incontables pasadas en el cable.
Aunque en el último tiempo los ejemplos escasean, 2010 trajo una candidata a repetir la historia: Kick-ass. El filme fue una decepción en taquilla, pero sus ventas inciciales en DVD y blu ray dan para el optimismo: facturó 1.4 millones de copias y fue el título más vendido de su semana de lanzamiento.
La cinta protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman fracasó en la taquilla. Ahora es una de las cintas más repetidas en el cable.
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