Demuelen ex sede de la U. Española en calle Carmen

<P>El histórico inmueble del centro de Santiago, que funcionó por cinco décadas como casa social y deportiva del club de colonia, será derrumbado para construir en su terreno un edificio de departamentos.</P>




Ni Julio Martínez ni Lucho Santibáñez alcanzaron a ver las grúas derrumbando los muros de Carmen 110. Ya van dos años desde que partieron, sin saber que en este julio contagiado por la fiebre mundialera un ícono del deporte de antaño cae a pedazos en completo anonimato.

Esa, la sede histórica donde el periodista y socio honorario de la Unión Española compartió tantas tertulias, se está demoliendo tras cinco décadas de historia deportiva. Esa, la casa oficial del club de colonia donde el gordo entrenador celebró sus mejores triunfos junto al plantel de los 70, se convertirá ahora en una torre de departamentos residenciales.

El futuro del ex edificio institucional del club hispano era una cosa que se veía venir. Hipotecado hace años por los antiguos dirigentes, el céntrico inmueble de calle Carmen pasó a manos del Banco Santander, que en octubre del año pasado lo vendió a la inmobiliaria Eurocorp. Tras la demolición, en sus terrenos la firma levantará un proyecto habitacional de envergadura, como los que tiene en otras calles vecinas. La altura y el número de departamentos están en estudio, dicen en la firma.

Es el desenlace de la historia de decadencia en los últimos años, tras ser arrendada como campus deportivo a dos universidades, no sin varios líos judiciales de por medio. "Los últimos años no podíamos entrar. El edificio estaba muy deteriorado y desaparecieron muchas cosas", dice el dirigente Rafael Martínez.

En el último tiempo el inmueble estaba semiabandonado. Okupas ocasionales dormitando, basura acumulada en sus rincones y hasta animales en descomposición en su frontis eran parte de la escena diaria.

Atrás quedó ese coloso que se comenzó a levantar a fines de los años 50, bajo la batuta del arquitecto José Llambias Merchant, el mismo que diseñó el Instituto Nacional y el gimnasio La Tortuga de Talcahuano. "Antes la sede estaba en Estado con la Alameda, pero se decidió ocupar el edificio de Carmen incluso antes de que estuviera terminado", recuerda Francisco Calvo, dirigente de la época. Las anécdotas surgen solas. "Como esa vez que el 'Pollo' Fuentes hizo una de sus primeras actuaciones o cuando vino Don Francisco a buscar a la orquesta Los Chicanos para llevarlos a su programa", cuenta Calvo.

Once mil metros cuadrados de hormigón; canchas de básquetbol, vóleibol, pelota vasca, mesas de billar, gimnasio, piscina, casino, bar y salones de fiesta, donde llegaban los jugadores a comer y jugar dominó después de jugar en el Santa Laura a fines de los 70, junto a un pequeño niño entre sus hinchas, que luego sería conocido como el Coto Sierra.

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