Desarrollan robots para rescates en zonas de desastre
<P>Concurso del Departamento de Defensa de EE.UU. -ganado por Google- mostró lo último en este tipo de máquinas.</P>
Tras el terremoto y posterior tsunami de Fuskushima en 2011, el que ocasionó una grave crisis nuclear en Japón, muchos clamaron por la necesidad de crear robots para ser usados en zonas de rescate, evitando o disminuyendo la intervención directa de humanos en el sitio del desastre.
Fue una de las razones por la cual la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EE.UU. (Darpa, su sigla en inglés) lanzó en 2012 el Darpa Robotics Challenge, concurso para hallar los mejores robots y tecnologías para este tipo de situaciones.
El fin de semana se realizó en Miami la primera etapa de pruebas en terreno del concurso, que reunió a 16 equipos de todo el mundo. Los robots de los equipos debían realizar ocho tareas en una situación de emergencia simulada, que incluía manejar un vehículo, caminar por terreno disparejo, subir una escalera, e incluso, desenrollar y conectar una manguera.
Y el mejor rendimiento fue para Schaft, diseñado en Japón por la empresa del mismo nombre, compañía que recientemente fue comprada por Google, en el intento del buscador por ingresar al mercado de la robótica.
Desde Japón
Schaft "nació" en el Departamento de Robótica de la U. de Tokio (Japón), antes de convertirse en 2011 en una empresa privada. La idea del nuevo emprendimiento era precisamente competir en el Darpa Robotics Challenge, y adjudicarse los dos millones de dólares que el certamen otorga al ganador, además de buscar el apoyo de Darpa, que también colabora con fondos para desarrollar el proyecto.
Sin baterías
La principal virtud de Schaft es su sistema de energía especial, que hace que no requiera baterías, sino un capacitor -el mismo sistema utilizado para dar energía a los autos eléctricos- por el que fluye un líquido refrigerante que enfría el motor y permite durar más que las baterías convencionales, y que también hace que sus extremidades tengan más fuerza.
Además, y a diferencia de otros participantes que tomaron el esqueleto ofrecido por Darpa para desarrollar el prototipo, el robot nipón fue creado a partir de un modelo propio.
Ello le permitió que de los 32 puntos totales que otorgaba un jurado en las pruebas del fin de semana, Schaft se quedara con 27.
Sus reducciones de puntos se debieron, por ejemplo, a no saber contrarrestar el viento a la hora de abrir una puerta o no "saber" bajarse de un automóvil, a pesar de haber conducido por la pista de obstáculos sin problemas.
Peor suerte corrió el proyecto Valkyrie, desarrollado por la Nasa y que corría como uno de los favoritos, considerando la trayectoria del equipo que lo creó.
Sin embargo, el robot no pudo cumplir ninguna de las pruebas que se le puso por delante, no logrando ningún punto, lo que le resta posibilidades de ganar el desafío, cuya final se realizará el próximo año, también en Estados Unidos.
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