Descubren que errores arbitrales tienen más de 1.800 años

<P>Culpar al árbitro por perder es tan antiguo como la civilización, según un estudio a una lápida de un gladiador. </P>




Diodorus, un gladiador en pleno apogeo del Imperio Romano, pudo llenarse de gloria, pero su epitafio cuenta una trágica historia. "Después de doblegar a mi oponente, Demetrio, no pude matarlo inmediatamente. El destino y la traición de un summa rudis me mataron", dice su lápida, que se conserva en el Museo del Cincuentenario de Bruselas (Bélgica).

La lápida fue descubierta en 1900 y perteneció a un gladiador que nació y luchó en Amisos, en el Mar Negro, en Turquía, hace aproximadamente 1.800 años, en alguna arena de la zona, cuando el Imperio Romano estaba en su apogeo y se extendía hasta el Medio Oriente.

Michael Carter, profesor de historia romana en la U. de Brock, en St. Catharines (Canadá), estudioso de los gladiadores y otros espectáculos del imperio, investigó por años qué quería decir esta inscripción y por qué la lápida lo muestra victorioso, si finalmente resultó muerto.

Según Carter, el summa rudis era un ex gladiador que más tarde oficiaba como árbitro en estos combates. Era el encargado de velar por la correcta aplicación de las reglas de estos espectáculos. "Este epitafio es interesante, porque ofrece algunas de las reglas que parecen haber gobernado los combates entre gladiadores. Sólo tenemos algunas evidencias literarias e iconográficas que prueban la existencia de estas normas, como la presencia de un árbitro llamado summa rudis", dice Carter a La Tercera.

Y una de las reglas parece haber sido que si un gladiador caía accidentalmente (sin la intervención de su oponente) podía reincorporarse, recoger su equipo y reanudar la competencia.

"Desafortunadamente, ningún escrito antiguo describe cómo podrían haber sido realmente estas reglas. Esta lápida se refiere a una de ellas", añade.

Inminente victoria

Y esta norma parece haber sellado el destino de Diodorus. Carter interpreta que la imagen muestra al gladiador celebrando una inminente victoria, con su puñal en una mano y el de su oponente en la otra, pero según el arqueólogo, el summa rudis probablemente interpretó que la caída de Demetrio fue accidental, "lo que obviamente hizo que el summa rudis interviniera, detuviera el combate y permitiera a Demetrio reincorporarse, retomar su escudo y su espada y reanudar la lucha".

Carter piensa que tras el reinicio, Demetrio dio vuelta la contienda a su favor y finalmente abatió a Diodorus con una estocada mortal. "De lo contrario, ¿cómo podría Demetrio haber ganado?", se cuestiona el experto, cuya investigación fue publicada en la revista especializada Diario de Papirología y Epigrafía Antigua.

Según Carter, una vez muerto, probablemente sus familiares o sus amigos, molestos por lo sucedido, fabricaron una lápida en que lo retrata victorioso y un epitafio en que dan fe que el atleta no ganó y resultó muerto, simplemente por un error arbitral. "Suerte y la traición del summa rudis me mataron".

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