Desmantelan tumba de Rudolf Hess para acabar con peregrinaje de neonazis




Se trataba del lugar de peregrinación más importante para los neonazis, situación que molestaba a los habitantes de la localidad de Wunsiedel, en el sudeste de Alemania. Finalmente, la tumba de uno de los líderes del nazismo, Rudolph Hess, fue desmantelada ayer por ese municipio, luego de que se les negara a sus descendientes seguir arrendando el lugar en el cementerio en donde se encontraba.

Ahora, en la pequeña ciudad esperan que los neonazis terminen de pasearse por sus calles cada 17 de agosto, cuando se conmemora la muerte de Hess.

Nacido en Alejandría, Egipto, en 1894 (de padre alemán y madre inglesa), Hess fue uno de los colaboradores más cercanos de Hitler. Conoció al dictador en 1919 en una reunión en Munich y se incorporó al Partido Nazi en 1920. Fue encarcelado en 1923 y compartió celda con Hitler, donde lo ayudó con la redacción del libro Mein Kampf. En 1933, con Hitler en el poder, fue designado ministro y llegó a ser el segundo en la jerarquía nazi. Además, organizó los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. En 1941, ya en plena Segunda Guerra Mundial, Hess voló a Escocia y se lanzó en paracaídas con la intención de iniciar conversaciones de paz con Londres: fue detenido. Tras la contienda bélica, fue juzgado por crímenes de guerra en Nüremberg y condenado a cadena perpetua. Finalmente, se suicidó en la cárcel de Spandau a los 93 años. En total, pasó 46 años consecutivos de su vida preso. A 10 años de la muerte de Wolf Rüdiger Hess, el único hijo del dirigente nazi, la familia aceptó la decisión de las autoridades de Wunsiedel. "Dijeron que no querían tener ya nada más que ver con esto", explicó el alcalde del lugar, Roland Schöffel.

Así, ahora ellos cremarán sus restos y los lanzarán al mar.

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