Dichato: niños elaboran recetas con productos marinos
<P>Alumnos de enseñanza básica elaboraron diversos platos con mariscos y pescados de la localidad. Estos fueron compilados.</P>
Lo que comenzó como un proyecto que buscaba reencantar a los estudiantes de zonas costeras del Biobío con el mar, luego del terremoto y tsunami del 27 de febrero del 2010, se transformó en un registro documental que recopila lo más granado de la cocina local.
El recetario marino ilustrado contempla platos realizados con distintos productos provenientes de aguas regionales y, entre ellos, destacan Sierra Misteriosa, Corvina a la Dyss, Fetuccini con Algas, Jardín de Pece, Pastel del Pescoroco o Plato Turro, una mezcla de crustáceos con papa rellena de luga roja.
La edición de las 60 páginas fue un trabajo de nueve meses desarrollado por los alumnos en las propias salas de clases. Cada una de las preparaciones que crearon los niños, de entre 12 y 14 años, fue supervisada por prestigiosos chefs de cadenas hoteleras nacionales.
En el proceso, más de 480 menores de cinco comunas de la región, principalmente del balneario de Dichato, conocieron en sus aulas los diferentes pescados y mariscos extraídos desde sus aguas y conocieron sus diversas propiedades. "El objetivo es educar a escolares que cursan entre 7º y 8º básico y, por consecuencia a su entorno, en aspectos de la biodiversidad marina a través de sistemas pedagógicos no tradicionales, como visitas a plantas de proceso, áreas costeras, actividades culinarias con productos del mar, con énfasis en los beneficios nutricionales de su consumo, y su valor como reservorio para la alimentación", sostiene Sandra Ferrada, directora de la iniciativa, que es financiada por el programa de Explora-Conicyt de Valoración y Divulgación de la Ciencia y la Tecnología.
Ferrada explica que se implementaron metodologías no tradicionales para la educación de docentes y niños en temas relacionados con la biodiversidad marina, innovando en la utilización de sistemas pedagógicos no tradicionales para que las comunidades se identifiquen con sus recursos.
La experiencia
Andrés Soto, alumno dichatino, cuenta que fue grato conocer las distintas especies que hay en el fondo marino, que lo hicieron entender la riqueza que hay en su balneario: "Acá hay mucho respeto por el mar, pero también es una fuente de trabajo. Conocimos bastante y logramos crear muchos platos que ahora toda la gente podrá disfrutar. Fuimos hasta un hotel a presentar lo que hicimos".
"Superaron un trauma que tuvieron luego del tsunami y se encantaron nuevamente con el mar. Pasamos meses difíciles y esto sirvió como terapia. Muchos tenían conocimiento del tema, pues sus papás son pescadores o trabajan en restaurantes, entonces era más dinámico, sobre todo cuando preparaban los platos.Ellos tenían una gran disposición a crear y a mezclar sabores", agrega Evelyn Cortés, profesora de la Escuela E-427.
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