Disney apuesta con Oz a recuperar la taquilla tras sonado fracaso de John Carter

<P>El filme con James Franco y Michelle Williams se estrenó ayer en los cines chilenos.</P>




Es la primera apuesta del año para Disney y busca recuperar lo perdido con su fracaso más bullado de los últimos años: la fallida John Carter, que en 2012 le significó pérdidas por más de US$ 200 millones y se convirtió en el símbolo de las derrotas de taquilla del año pasado. Por eso, la vara para Oz, el poderoso es alta. Y la industria espera atenta el destino que tendrá el filme, tras su estreno mundial este fin de semana.

Aunque el fantasma que sigue a la película es el de John Carter, el ejemplo que Disney estaba tratando de seguir al diseñarlo es el de Alicia en el país de las Maravillas, que en 2010 recaudó más de mil millones de dólares en el mundo. Por eso, por ejemplo, utilizaron el mismo productor y director de arte, además de una campaña de marketing con un look similar al último éxito de taquilla de Tim Burton. La historia, una precuela de El mago de Oz, cuenta cómo el ilusionista Oscar Diggs (James Franco) llega a estar a cargo de la mítica tierra de Oz. Pero antes de lograrlo debe superar distintas pruebas, para lo que cuenta con la ayuda de la bruja buena Glinda (Michelle Williams) y se enfrenta a la hechicera mala Evanora (Rachel Weisz) y su hermana Theodora (Mila Kunis), que se debate entre el bien y el mal. Así, la trama también coincide en los elementos de fantasía y en relacionarse con un cuento clásico. En este caso, el universo creado por L. Frank Baum en sus 14 libros sobre Oz.

Aunque algunos analistas han dado un mal pronóstico para el cometido de Oz, el poderoso, debido a las críticas poco favorables que ha recibido, el sitio especializado Deadline publicó que las proyecciones de la industria son que el filme recaude unos US$ 80 millones en su primer fin de semana sólo en EE.UU., lo que lo convertiría en el mejor estreno del año. No por nada Disney agregó US$ 100 millones de presupuesto para marketing a una producción que ya había costado US$ 200 millones. El filme, además, debería beneficiarse de los dividendos de su exhibición en 3D y en Imax.

Disney tiene otros dos estrenos grandes en el horizonte, que podrían respirar tranquilos si Oz, el poderoso no se convierte en un éxito de taquilla. Se trata de Iron man 3 y de El llanero solitario. Esta última comparte el camino accidentado a la pantalla con el filme protagonizado por James Franco. De hecho, él era la tercera opción para interpretar al protagonista, luego de Robert Downey Jr -que abandonó el proyecto-, y Johnny Depp. El director también cambió: de Sam Mendes a Sam Raimi.

Ocupado

Más allá del destino que tenga la película en la taquilla, uno que está muy solicitado es Franco, con una apretada agenda. Claro que se trata de producciones más independientes. Entre los proyectos en que tendrá triple labor, como actor, realizador y guionista, están dos dramas: Child of god, sobre un hombre violento que termina viviendo en una cueva, y Black dog, red dog, cinta donde comparte labores con otros nueve directores y guionistas y con Olivia Wilde y Whoopi Goldberg en el elenco.

Además, dirigirá y escribirá un filme sobre Charles Bukowski, enfocado en las luchas personales del autor a través de su niñez y adolescencia. Por estos días también filma As I lay dying, una adaptación propia de la obra de William Faulkner.

Su estreno más próximo es Este es el fin, el 28 de noviembre, donde se interpreta a sí mismo en una comedia sobre el fin del mundo durante una fiesta, en que hay otros famosos como Emma Watson, Seth Rogen y Paul Rudd. Mientras que en la romántica The third person compartirá con Mila Kunis, en el thriller Homefront actuará con Jason Statham y Winona Ryder y en The grace that keeps this world lo hará con Glenn Close. Su libro de cuentos, Palo alto, en tanto, será adaptado al cine por la nieta de Francis Ford Copola, Gia, en su debut como directora.

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