Dos visitas a Chile marcan una vida que cerró lejos de la música

<P> El cantante estuvo en un festival en 1992 y retornó, 20 años más tarde, para convocar en solitario a un show en Movistar Arena. </P>




Dos conciertos rindió Joe Cocker en Chile, separados por casi 20 años . El primer desembarco ocurrió en noviembre de 1992, con algunos meses de diferencia desde la publicación de Night calls, el disco responsable de sacarlo de gira durante ese periodo: un álbum que volvía sobre un repertorio de clásicos de amplio rango -desde Prince a Elton John figuran en el tracklist-, y con otra versión para The Beatles, You've got to hide y our love away, que cayó lejos del impacto que el de Sheffield provocó con otras piezas del catálogo de Lennon y McCartney.

Alcanzó, sin embargo, para salir de gira por todo el mundo y hasta Chile llegó acompañado por los B-52's y el guitarrista de Queen, Brian May, en un festival bautizado como Top Rock, en una cita en el Velódromo del Estadio Nacional. Según el registro de conciertos que lleva la banda Queen, a ese show llegaron unos seis mil asistentes.

Veinte años después, la asistencia quedó cifrada casi en el mismo número: cerca de cinco mil personas llegaron hasta Movistar Arena para sumarse a la gira con que Cocker sacó a pasear el disco Hard knocks. Un show que cerró con Long as I can see the light de Creedence Clearwater Revival. "Enésimo ejemplo de un hábito que muchos menosprecian por facilista como es el oficio del cover, pero que en manos de Joe Cocker es un arte", escribió el crítico de La Tercera, Marcelo Contreras, en su reseña al concierto.

En 2012, por otro lado, Cocker apareció como el posible crédito anglo del Festival de Viña del Mar, según publicó un diario en la antesala de ese evento en negociación. Las tratativas no llegaron a puerto.

Tomates y billar

Lo último que el cantante editó en vida fue su registro en vivo Fire it up: Live, publicado en 2013. Su último show: Londres, en junio. Su sello discográfico no alumbró sobre la existencia de algún material inédito. Informó, sin embargo, que el británico pasó sus últimos días "lejos de la música", "disfrutando largas caminatas por la montaña con sus perros, pescando con mosca, jugando billar con sus amigos y cultivando tomates en su invernadero.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.