Dueño de Cerámicas Santiago se transforma en el accionista mayoritario de Colo Colo

La tercera es la vencida para el controlador de Cerámicas Santiago, Hernán Levy Arensburg. El empresario compró ayer el 24,5% de Blanco & Negro, la sociedad matriz de Colo Colo, que vendió el subsecretario de Deportes Gabriel Ruiz-Tagle, y se transformó con ello en el accionista mayoritario del club deportivo.

El primer intento de Levy fue en 2002, cuando el club estaba al borde de la quiebra y como miembro de la Cámara Chilena de la Construcción propuso el ingreso a través del gremio. Esa vez no logró el consenso del gremio. Su segunda vez fue en 2005, cuando el cuadro albo se aprestaba a ingresar a Bolsa y se abría otra oportunidad. Levy se inhabilitó porque uno de sus hijos, Ricardo, trabajaba en LarrainVial y era uno de los encargados de la operación.

Ahora era distinto. No requiere consensuar con nadie la operación y su hijo estudia un MBA en Stanford, Estados Unidos.

Intermediado por la misma corredora, Levy -ingeniero industrial de la Universidad de Chile- se adjudicó ayer en un remate en la Bolsa de Comercio de Santiago las 24,5 millones de Blanco y Negro en US$ 13,1 millones.

La operación comenzó a un precio mínimo de $ 250 por papel, pero las pujas entre LarraínVial y BanChile llevaron su valor hasta $ 270. "Había que dar el golpe y una señal de que íbamos por la adquisición", explicó Levy para justificar la seguidilla de ofertas.

"Como rentabilidad, un club deportivo no es de lo mejor. Las personas que invierten en Colo Colo no lo hacen por tener grandes rentabilidades, lo hacen porque hay otro tipo de motivaciones", reconoció el empresario en una concurrida conferencia en sus oficinas en Cerámicas Santiago.

"Este es un momento histórico para cualquier chileno. Ser accionista del equipo más popular es un tremendo honor y me comprometo desde ya a entregarme por entero al club", dijo Levy, quien ahora comparte con el Presidente no sólo su condición de consuegro, sino también la de socios de Colo Colo.

Piñera es el segundo mayor accionista de Colo Colo, con el 13,7% de los títulos. "El ser consuegro del Presidente de la República a mí me tiene sin cuidado. Yo tengo una trayectoria personal como empresario, he hecho durante 30 años lo mejor que he podido y he llegado a un punto en que yo decido mis propias acciones", dijo el empresario, quien le informó por teléfono sobre la operación una vez que ya se había realizado. Piñera, dijo Levy, le recomendó decir que "Colo Colo no sólo debe estar bien en Chile, sino que tener la capacidad de salir al exterior", comentó.

Levy también reconoció haberse contactado por Ruiz-Tagle (ver recuadro).

Por el momento, el empresario no pretende ingresar al directorio del club -lo que podría ocurrir si alguien renuncia- y entregó su respaldo a la actual mesa, sus gerencias y cuerpo técnico.

La otra pasión

El principal negocio de Levy es la empresa Cerámicas Santiago, uno de los mayores fabricantes de ladrillos y tejas del país. Hasta 2004 fue socio en la firma de Norte Grande, una de las sociedades controladoras de SQM, ligada a Julio Ponce Lerou. Esta última tenía el 40% de la firma, pero tras diferencias societarias Levy terminó comprando y quedándose con el 100% de Cerámicas Santiago, fundada por su abuelo en Traiguén en 1917 y que hoy tiene más de mil trabajadores.

Para entrar a Colo Colo, Levy vendió acciones en Chile y el exterior, entre ellas papeles de Vapores, Lan y Almendral. Levy tiene también negocios agrícolas en el sur del país.

Ex vicepresidente de Consalud y Megasalud e integrante del primer equipo de Prochile en 1975, Levy es también un apasionado de los autos antiguos.

Según su amigo y presidente del Club de Automóviles Antiguos de Chile, Gerardo Kalbhenn, el empresario lleva más de 30 años en la asociación. "Es una persona que participa activamente en los rally y expediciones que armamos, incluso ha involucrado a sus hijos en esta afición", dice Kalbhenn.

Levy tiene varios autos, entre ellos los dos únicos Pierce Arrows de Chile, ha declarado. Uno de ellos es el modelo que usaban los presidentes de Estados Unidos entre 1914 y 1924.