Dueño del Arsenal compra Nobel de Watson y se lo devuelve

<P> "Es inaceptable que venda una medalla al reconocimiento de sus logros" dijo el magnate ruso Alisher Usmanov para justificar su gesto.</P>




Los blancos son más inteligentes que los negros. Aunque no textual, fue la frase que sumió a James Watson, primero en el descrédito científico, y luego, en el financiero.

Por eso, el autor de uno de los descubrimientos científicos más importantes del siglo XX -la estructura de doble hélice del ADN que reveló cómo se transmiten los rasgos genéticos- debió subastar su medalla del Nobel de 1962, premio que había consagrado su hallazgo.

Sin embargo, tras afirmar en 2007 que era "pesimista sobre las perspectivas de África", porque "todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es la misma que la nuestra, cuando todas las pruebas nos dicen que no es así", su carrera académica se desmoronó.

Aunque más tarde se retractó parcialmente y dijo que fue "estúpido" pensar que sus declaraciones no tendrían repercusión, fue condenado al ostracismo laboral y a renunciar al laboratorio Cold Spring Harbor, en Nueva York, acumulando deudas que lo obligaron a convertirse en el primer Nobel en vender su medalla estando vivo.

Lo que Watson no calculó es que la medalla, subastada el viernes en Nueva York por la casa Christie`s, fue adquirida por el magnate ruso y uno de los copropietarios del Arsenal, Alisher Usmanov. El hombre más rico de Rusia (ver recuadro) no sólo le dará los 4,1 millones de dólares que pagó por su medalla, sino que también le devolverá la presea. "Es inaceptable que un destacado científico tenga que vender una medalla de reconocimiento de sus logros ", dijo Usmanov en un comunicado. "James Watson es uno de los mayores biólogos en la historia de la humanidad y su premio por el descubrimiento de la estructura del ADN le pertenece", justificó."No me gusta que la medalla de un distinguido científico sea un objeto en venta", agregó en el documento.

Usmanov dijo que el trabajo de Watson contribuyó a la investigación del cáncer, mal del que murió su padre.

Según David Kass, asistente del científico, Usmanov se había contactado con Watson antes de la subasta, para ofrecerle un regalo en efectivo si la suspendía, "pero el Dr. Watson le dijo amablemente que quería que la subasta continuara".

El magnate tuvo una feroz puja con otro comprador anónimo por teléfono, elevando su oferta original. "Obviamente él está muy contento de recibirla de nuevo y muy contento por todo esto", dijo Kass.

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