Ecuador posterga decisión sobre eventual intervención en litigio en La Haya

<P>"No hemos estado tomado ninguna decisión y no estamos en condiciones de opinar aún. Es un tema muy delicado para que nosotros salgamos a opinar en este momento", dijo ayer en Buenos Aires el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.</P>




Poco antes de que comenzara el acto principal por las celebraciones del Bicentenario de Argentina, realizadas ayer en Buenos Aires, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, se acercó a saludar al Mandatario Sebastián Piñera. Ambos invitados a los festejos de la Revolución de Mayo aprovecharon el encuentro para conversar distendidamente por algunos minutos.

Poco antes, tanto Correa como su canciller, Ricardo Patiño, se habían referido por primera vez a su eventual participación en el litigio de límites marítimos entre Chile y Perú, que se tramita en la Corte Internacional de La Haya.

"No hemos estado tomado ninguna decisión y no estamos en condiciones de opinar aún. Es un tema muy delicado para que nosotros salgamos a opinar en este momento", sostuvo Patiño a La Tercera.

Los dichos del canciller quiteño fueron refrendados por el Presidente Correa, quien agregó que "este es un día de fiesta, de eso hablemos más adelante".

Estas declaraciones ocurren justo en un momento de expectación tanto en Chile como en Perú. Ello, pues hace dos semanas, en una medida impulsada por la estrategia chilena, el Tribunal de La Haya había notificado a Quito de que aparecía mencionado en el caso, en su calidad de país firmante -junto a Chile y Perú- de los tratados de 1952 y 1954, que son el principal argumento jurídico de La Moneda.

La opinión de Ecuador es clave para Santiago, que sostiene que ambos documentos son tratados de límites y dan cuentan de un sistema de divisiones marítimas en base a paralelos en el Pacífico Sur.

A diferencia, Perú sólo le concede el carácter de acuerdos de explotación marítima y argumenta que sólo fija el criterio para definir el límite marítimo con Ecuador, pero no con Chile.

La notificación a Quito abrió un nuevo flanco para Perú, que en el pasado ha tenido roces limítrofes con Ecuador (ver secundaria).

El riesgo de Quito

Los cálculos de Lima apuntan a que al gobierno ecuatoriano no le favorece intervenir en el proceso. Si Quito decide participar, se vería obligado a aceptar el fallo de La Haya, con el riesgo que eso implica.

"Si la corte resolviera que los acuerdos de 1952 y 1954 no son tratados de límites, se vería obligado a negociar un tratado de límites con el Perú", señala el diario limeño el Comercio, en una nota elaborada en consulta con especialistas.

Por lo demás, Quito tampoco tiene apuro. Tiene plazo para decidir hasta antes de la fase oral del proceso. A Chile le corresponde entregar el último escrito, llamado "dúplica", en julio de 2011 y recién entonces la corte definirá los plazos de la etapa de alegatos que sólo comenzaría meses después.

Además, entre el 9 y 10 de junio, Correa realizará un histórico viaje a Lima. Será su primera visita de Estado a Perú y su apuesta es dar un nuevo aire a la relación bilateral tras el acuerdo de paz de 1998 que terminó con las disputas territoriales.

García, por su parte, devolverá la visita a Correa en octubre próximo.

En tanto, la apuesta chilena ha sido mantener un estricto silencio en el tema. Pero en reserva, la Cancillería ha desplegado gestiones a distintos niveles. Una de las medidas más notorias fue reforzar la embajada en Quito en 2009, con la llegada de uno de los diplomáticos más experimentados del Edificio Carrera: Juan Pablo Lira, quien fue director general de Política Exterior y embajador en Perú.

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