Edgardo Boeninger
Señor director:
Este lunes los chilenos y chilenas hemos despedido a un gran hombre, que sin lugar a dudas tendrá un espacio privilegiado en la historia de Chile.
Hay muchas cualidades que se pueden destacar de Edgardo Boeninger: la del arquitecto institucional del retorno a la democracia, la del académico, la del ministro de Estado, la del amigo, etc. Pero hay una que me marcó, Boeninger siempre estuvo pensando en el futuro.
En los próximos días podremos conocer su libro "Chile Hacia el Futuro, Propuestas para Reflexionar". ¿Qué hace que un hombre de 84 años, sabiendo que tiene una enfermedad terminal, dedique sus últimos días a escribir sobre el futuro? La respuesta es clara: Boeninger tenía una inteligencia superior, amaba la vida y su mirada estaba siempre en el mañana. Por eso, murió joven. Hoy, cuando reclamamos que es necesario renovar la política y abrir espacio a los jóvenes, Boeninger nos entregó una última gran lección: siempre hay que pensar, hay que proponer, las ideas tienen que estar siempre al servicio de la construcción del futuro.
Este gran hombre nos enseñó que lo importante no son los años, es el espíritu y la convicción de que siempre se puede construir un mañana mejor.
Moisés Valenzuela Martínez
Secretario Nacional DC
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