El 2007 fue el año de los "Pumas" en Francia

<P>Ese año, los albicelestes lograron su mejor actuación en un Mundial: terceros. </P>




"Francia debería estar preocupada", decía Marcelo Loffreda, dos meses antes del inicio de la Copa del Mundo. El entrenador de la selección argentina, quien además se desempeñaba como alto ejecutivo de la empresa deportiva Topper, no pecaba de soberbio ni nada por el estilo. El "Tano", simplemente, aludía a la circunstancia excepcional en que los "Pumas" llegaban a la cita de 2007, donde "Les Bleus" eran precisamente anfitriones, con una generación dorada, ya madura y con la mayoría del plantel jugando, vaya coincidencia, en la Primera División gala.

Y así nomás fue: Argentina se convirtió en la sensación del campeonato y sólo perdió un partido (13-37), el de las semifinales ante Sudáfrica. Y venció en dos ocasiones a la escuadra dirigida por Bernard Laporte, quien un par de semanas después se transformaría en ministro de Deportes del gobierno de Nicolas Sarkozy.

En el Grupo D, donde compartieron espacio, los albicelestes dieron el primer gran golpe, al superar a los locales por 17-10, ante el estupor de Stade de France. Y luego los "repasarían" en el choque por el tercer lugar (34-10), luego de que Inglaterra terminara con las ilusiones francesas de alcanzar su primera corona mundial.

Entre las figuras más destacadas de aquel quince transandino figuraban, entre otros, el medioscrum Agustín Pichot y los utility backs Felipe Contepomi, Ignacio Corleto y Juan Martín Henández, quien fue elegido el mejor apertura del Mundial, además de ser candidato al premio Jugador del Año de la IRB (que finalmente fue ganado por el sudafricano Brian Habana).

La cita de Francia, así, tuvo un sabor sudamericano por primera vez, pues ha sido la única ocasión en que Argentina ha superado la fase de cuartos de final.

Contexto político

Independientemente de esta alegría para el rugby americano, del que Argentina es potencia incontrarrestable, el Mundial de Francia sorprendió a los locales en medio de una discusión sobre su modelo de integración social, luego de los graves incidentes ocurridos en octubre y noviembre de 2005, cuando decenas de miles de jóvenes salieron a las calles de las ciudades más importantes para protestar por un sistema excluyente. La mayoría de ellos de origen magrebí o subsahariano.

Durante la competición, de cualquier modo, todo funcionó bien, salvo el quince de Laporte, que al menos cumplió con su mínimo histórico, pues "Les Bleus" han estado entre los cuatro primeros en todos los mundiales, salvo en 1991.

Los "Springboks" (ver secundaria) alcanzaron la corona con mucho más claridad que en 1995.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.