El 60% de los estudiantes de regiones afirma que estar lejos de casa afecta su rendimiento
<P>Un estudio de la Universidad de Talca encontró que la soledad y los problemas para compatibilizar los hábitos de estudio con la libertad y autonomía son las principales dificultades que enfrentan los alumnos que migran hacia otras zonas para estudiar. Algunos planteles han creado programas especiales para ayudarlos a insertarse.</P>
"Es difícil enfrentar los problemas sola"; "tengo poco tiempo para preparar algo para comer, por lo que mi alimentación es muy mala". Estos son algunos de los comentarios que espontáneamente dan los estudiantes de regiones cuando se les consulta sobre su experiencia en la capital. Cada año, cerca de dos mil jóvenes de regiones llegan en busca de estudios superiores a Santiago, enfrentando problemas como la soledad, las dificultades para organizarse y compatibilizar su nuevo estatus de libertad con la obligación de responder en los estudios. Es lo que reflejó una encuesta realizada por la Universidad de Talca para La Tercera, entre 300 jóvenes de regiones que estudian en la capital.
Para el 64% de los encuestados, el primer problema que enfrentaron a la llegada son las largas distancias y el sistema de transporte. Seis de cada 10 entrevistados confiesa, además, que el vivir lejos de casa afecta su rendimiento académico.
El tema no es menor. Casi un tercio de los estudiantes encuestados asegura que la primera sensación que tuvieron al llegar a Santiago fue la soledad. Sólo un cuarto viaja a ver a su familia todas las semanas y otro tercio asegura verla sólo en vacaciones. Más acrecentado es el alejamiento de los amigos del lugar de origen: uno de cada cinco asegura que no los ve casi nunca y un tercio sólo se junta con ellos durante las vacaciones.
El problema es que la familia y los amigos son una importante fuente de control social, protección, seguridad y confianza necesarios para rendir académicamente. Está demostrado, por ejemplo, que a mayor redes de apoyo, mayor es la tolerancia educativa, esto es en la capacidad del alumno para aguantar las incomodidades y presiones provenientes de la escolarización.
"El problema tiene que ver con la contención: mientras más apoyo afectivo, más seguridad tienen los alumnos de enfrentar situaciones que, en otros casos, podrían ser muy estresantes", dice Marcela Castro, del Centro de Estudios de Opinión Ciudadana de la U. de Talca. Con ella coincide Loreto Campos, sicóloga de la Dirección General Estudiantil de la UC. "A los de provincia les cuesta la inserción social. El resto de los novatos tienen varios amigos en la misma carrera. Los de regiones inician el año solos y eso afecta su rendimiento", dice la experta.
Casi cuatro de cada 10 alumnos encuestados, por ejemplo, demoraron más de un mes en hacer amigos y un tercio no recurrió a nadie ante los problemas académicos. "Como bajan sus calificaciones en relación al colegio, se frustran, sobre todo porque no tienen con quién contrastarlo. Tampoco recurren a sus padres para no preocuparlos", agrega Campos.
De allí la preocupación de los planteles por estos alumnos. En la UC, por ejemplo, desde hace dos años existe un programa para insertar a los alumnos que llegan de provincia. Un tutor, quien también es de regiones, toma a un grupo de estudiantes para orientarlos y apoyarlos académicamente. El programa se inicia con un paseo por el día al cerro, donde los alumnos pueden conocer a sus tutores y a otros estudiantes que también vienen de otras zonas.
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