El aterrizaje de Nicolás Eyzaguirre
<P>Hace cerca de un mes, en Santiago, Andrónico Luksic le ofreció al economista convertirse en el hombre fuerte de Canal 13. Su rol será distinto al que ejerció René Cortázar.</P>
En su último viaje a Chile, hace alrededor de un mes, Nicolás Eyzaguirre se reunió con el empresario Andrónico Luksic. Como ha sido su costumbre durante este último año, el ex ministro de Hacienda realizaba una visita a su familia cuando el controlador de Canal 13 lo invitó a conversar en privado.
Entonces, señalan en el entorno de Luksic, le propuso asumir la presidencia del directorio de la estación televisiva en reemplazo del economista DC René Cortázar, quien presentó su renuncia al cargo los primeros días de julio.
Su perfil liberal no concitó la oposición del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, a quien el empresario consultó la opinión como representante de los accionistas minoritarios (33%).
Eyzaguirre, quien reside en Washington desde enero de 2009, cuando asumió como director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Fondo Monetario Internacional (FMI), pidió un tiempo para analizar la propuesta.
Con anterioridad al ex titular de Hacienda se le había ofrecido el mismo cargo al vicepresidente ejecutivo de HidroAysén y ex director ejecutivo de TVN, Daniel Fernández. El factor común entre ambos era la capacidad de gestión que demostraron en sus áreas de trabajo. Pero Fernández rehusó la oferta. Y, de acuerdo con cercanos al directorio de Canal 13, en la elección del ex jefe de las finanzas de Ricardo Lagos influyeron sus habilidades técnicas y políticas, además de su perfil público.
Tras reflexionar unos días, Eyzaguirre comunicó que aceptaba el ofrecimiento. Diversas fuentes consultadas señalan que su sello será distinto al de Cortázar, quien se caracterizó en la práctica por ejercer facultades propias del director ejecutivo como es el control diario del contenido.
El economista llegará con las mismas facultades legales de su antecesor y tendrá dedicación exclusiva a su nueva función desde la misma oficina que ocupó Cortázar, que enfrentó un clima adverso en sus últimos meses, pese a que durante sus años en el cargo se revirtieron las pérdidas económicas del canal y la estación se ubicó en el primer lugar de sintonía. No obstante, señalan en la estación, el economista cumplirá un rol de carácter más estratégico, tanto en los temas que se relacionan con la gestión del canal como con las orientaciones programáticas.
De la industria televisiva poco conoce, por lo que en el canal dan por hecho de que su hombre fuerte será el director ejecutivo, David Belmar, quien conoce de cerca el negocio. Además, el no intervenir directamente en los contenidos de la red sería una decisión personal de Eyzaguirre, según dice un miembro del directorio.
Eyzaguirre sorprendió con su decisión a su entorno más cercano. Tanto sus amigos como su familia se enteraron de su regreso a Chile el jueves 26 de julio, cuando se oficializó su elección en el cargo. Por una parte, les desconcertó la reserva con que manejó el tema. Su madre, la actriz Delfina Guzmán, contó que el ex ministro la llamó por teléfono el domingo pasado para preguntarle si estaba molesta por este hecho. "Me dijo que no me había comentado nada, porque yo soy como la voz de Chile para América Latina", señala en tono de broma.
En su entorno también llamó la atención que ingresara al directorio de una empresa privada, algo que, según un amigo, le ofrecieron varias veces cuando dejó el gobierno de Lagos. Y su cargo en Canal 13 implica además una limitación para participar en política, como algunos de sus cercanos esperaban a medida que se acercaran las elecciones de 2013.
Con Andrónico Luksic tenía una relación más bien protocolar desde sus años en Hacienda, cuentan sus conocidos. En esa época sus contactos más frecuentes eran con su hermano Jean Paul, quien forma parte del Consejo Minero.
Ahora, el ex titular de Hacienda puso un abrupto fin a su trabajo en el FMI, cargo al que llegó por sugerencia del entonces director del organismo financiero internacional, Dominique Strauss-Kahn. El economista francés llegó a su nombre tras una rueda de consultas. En esa indagación conversó con un antiguo amigo chileno, el ex senador Carlos Ominami, quien a pesar de ser un crítico de Eyzaguirre en la cartera de Hacienda, no dudó en recomendarlo: "Le dije a Strauss-Khan que técnicamente era muy preparado, que era una buena persona, pero que era un poco neoliberal. El me contestó que no importaba, porque todos quienes llegaban al FMI eran neoliberales", recuerda Ominami.
Cuando renunció a su cargo en Washington, el 26 de julio pasado, la sucesora del economista francés, Christine Lagarde, señaló públicamente que la experiencia del chileno en el ámbito de la política económica fue importante en la relación con los países de la región. Varios analistas chilenos coinciden con la ejecutiva, aunque recuerdan que el ex titular de Hacienda enfrentó un momento difícil con Argentina en 2009, cuando insistió -en su estilo frontal- que el país transandino tenía la obligación de permitir al organismo que revisara su economía y se trenzó verbalmente con el entonces ministro Amado Boudou en el marco de una cumbre en Turquía.
En su entorno coinciden en que fue una razón de carácter personal lo que determinó su regreso anticipado a Chile. Ya en marzo, según señala un amigo, el ex ministro quería instalarse con su familia, que vive en Santiago. Por este motivo viajaba al país una vez al mes a reunirse con ellos. En esas visitas también hacía un espacio para encontrarse con amigos de larga data como el abogado Carlos Mackenney, el sociólogo Ernesto Ottone, el ex ministro Francisco Vidal y el sacerdote Fernando Montes, quien ha comentado que el economista es agnóstico, pero no totalmente cerrado a la fe. Un amigo recuerda que en su época de integrante del grupo Aquelarre, en los 70, estaba muy vinculado a la religión.
Hasta ahora, el ex ministro vivía en Washington con uno de sus hijos en un departamento. Pero ya estaba previsto que el joven partiera pronto a Nueva York a estudiar cine en la Universidad de Columbia.
Delfina Guzmán relata que el economista tenía un buen grupo de amigos que no pertenecían a la esfera pública. Y que, a pesar de un trabajo exigente en el FMI, en su vida cotidiana se daba espacios para trasladarse en bicicleta por las calles de la ciudad con una mochila en la espalda.
Aunque fue frontal y crítico con la clase política, mantenía en Washington buenos amigos de su época como titular de Hacienda. Ahí estaba el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien prestaba su amplia residencia en la ciudad para largas tertulias con Eyzaguirre y con los chilenos que llegaban de visita. Fue el caso del ex canciller Mariano Fernández. En este grupo también estaba Bitar, quien reside parte del año en la capital norteamericana como consultor. El ex presidente del PPD señala que conversaban bastante con Eyzaguirre sobre contingencia y que uno de los temas que más interesaban al economista era el fenómeno de los nuevos movimientos sociales chilenos.
Ahora, antes de aterrizar en Santiago, Eyzaguirre tomó unos días de vacaciones. A su regreso desarmará el departamento donde vivía en Washington.
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