El cartero de Neruda, el cine y el éxito internacional

<P>La figura del poeta ha sido clave en la trayectoria del escritor. Inspiró su obra más exitosa y lo llevó a los premios Oscar.</P>




Cuando recibió el libro, montó en su citroneta y partió a Isla Negra. Antonio Skármeta acababa de publicar El entusiasmo y buscaba la aprobación de Pablo Neruda. El poeta hojeó el libro, medio aburrido, y le dijo: "En dos meses te doy mi opinión". Skármeta no pudo esperar: volvió a las dos semanas. "¿Lo leyó? ¿Qué le pareció?". "Es bueno", respondió Neruda. "Pero esto no quiere decir nada, porque todos los primeros libros de los escritores chilenos son buenos… Mejor esperemos el segundo".

La figura de Neruda fue y ha sido central en la trayectoria del nuevo Premio Nacional de Literatura. Su relación con él partió a los 13 años, cuando los versos del poeta fueron el arma para lograr sus primeras conquistas amorosas. "Concretamente, le debo a Neruda haber perdido mi inocencia", escribió muchos años después en su libro Neruda por Skármeta.

Ese título es expresivo y su portada lo grafica bien: en ella se ve a Skármeta, melenudo, con grandes lentes sesenteros, rodeado de dos gigantes, Rulfo y Neruda. Era 1969 y el poeta estaba de doble candidato, a la Presidencia de la República y al Nobel de Literatura. Es el retrato de un momento y el presagio de un destino: la obra de Skármeta está cruzada por la poesía, en especial de Neruda, y la silueta del vate será una presencia constante en ella.

Una década después, Skármeta vive exiliado en Alemania Federal. Escribe guiones y siente profunda nostalgia del país. Nuevamente los versos de Neruda van en su auxilio: escribe y filma Ardiente paciencia, la historia de Mario Jiménez, el ficticio cartero de Isla Negra. Así Skármeta sella su alianza con el poeta, estrecha su relación con el cine y su carrera toma nuevo aliento. Protagonizado por Roberto Parada, Oscar Cuervo Castro y Marcela Osorio, el filme tuvo un presupuesto modesto, aun así logró varios premios en Europa. La película se transformó luego en obra teatral y novela. Pero el gran salto de Skármeta a la celebridad ocurrió en 1994, cuando Michael Radford toma Ardiente paciencia y, con Philippe Noiret, Massimo Troisi y Maria Grazia Cucinotta en el elenco, la convierte en Il postino (El cartero de Neruda), un filme de presupuesto internacional y ambición planetaria: consigue los principales galardones al cine europeo y es nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera y Guión Adaptado.

Skármeta se convierte en una estrella. Se relaciona con los grandes escritores del mundo: la Nobel Nadine Gordimer, Paul Auster, Salman Rushdie. Su vínculo con el cine prosigue con El baile de la Victoria, realizada por el español Fernando Trueba; No, de Pablo Larraín, inspirada en su obra El plebiscito, y el proyecto A movie life, basado en Un padre de película, en manos del brasileño Selton Mell.

Así como Neruda ofició de embajador de Salvador Allende en Francia en 1970, Skármeta volvió a Alemania el 2000, a 30 años de su exilio, como embajador de Ricardo Lagos. El poeta aún le daría una alegría más: en 2010 Plácido Domingo estrenó en Los Angeles una nueva ópera, Il postino.

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