El chileno que puso en órbita a la empresa mexicana Satmex
<P>Patricio Northland salvó de la quiebra en 2011 a esta firma y la acaba de vender en US$ 1.142 millones.</P>
Hace unos días, en México, se concretó una transacción, que es considerada uno de los primeros frutos de las reformas impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto: Eutelsat, la tercera empresa de satélites más grande del mundo, pagó US$ 1.142 millones por hacerse del 100% de la mexicana Satmex. Esta venta es considerada un evento sin precedentes en la industria. En 2011 Satmex estuvo a punto de caer en la quiebra por una deuda de alrededor de US$ 440 millones. El monto desembolsado por Eutelsat triplica el valor de la mexicana en menos de dos años y se espera un crecimiento en ingresos de más del doble en los próximos cuatro años. En esta historia, el vendedor y salvador es la misma persona: Patricio Northland, un chileno que, tras egresar de Ingeniera Civil Eléctrica de la Universidad de Chile, dejó el país en 1979 y decidió hacer carrera en Estados Unidos.
"Nunca he trabajado en Chile, no porque no me interese, sino porque hasta ahora nunca se ha presentado una buena oportunidad. En el futuro, me encantaría", acotó.
El despegue
Tras ser ratificado como CEO de Satmex para liderar la nueva etapa, que apunta a incrementar el Ebitda en 15% anual, Patricio Northland relata la compleja reestructuración que tuvo que llevar adelante para que la compañía llegara a ser lo que es hoy.
En 2011, además de convencer a los acreedores de darle una segunda oportunidad, tuvo que pedirles que inyectaran cerca de US$ 100 millones para implementar el nuevo plan estratégico y hacerla rentable. Pidió un crédito puente por US$ 325 millones a un banco, que se pagaría con la futura colocación de un bono por el mismo monto. Con esos recursos se les pagó a los acreedores que tenían prioridad, según la ley de concurso mercantil mexicana, mientras que a los otros, -entre los que se encontraba Monarch Alternative Capital, Centerbridge Partners y la chilena Moneda Asset Management, se les ofreció cambiar sus bonos por acciones de Satmex.
"Estoy muy orgulloso del nuevo rumbo de la empresa y del resultado de la operación con Eutelsat, porque le permitirá ser un actor clave en América Latina, y también porque los accionistas que confiaron en nosotros recibieron US$ 838 millones al descontar la deuda del monto total de la transacción", comentó.
Hoy, después de trabajar casi seis años en México, está convencido de que habría sido imposible realizar esta operación si no fuera por las reformas estructurales a sectores estratégicos con amplio potencial, como el energético y el de telecomunicaciones. Antes existía una restricción de inversión extranjera directa, que impedía que un extranjero controlara más del 49% de las acciones de empresas mexicanas satelitales. "Estas reformas permitirán que nuevos jugadores entren al mercado mexicano, que históricamente había sido atractivo, pero estaba cerrado a capitales foráneos".
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