El choque familiar de los Contreras

Los Contreras Araya esperan ansiosos el partido que animarán Universidad de Chile y Deportes Iquique, mañana, en el estadio Santa Laura. En el clan, el fútbol es una permanente materia de conversación y motivaciones sobran. Marcos, el jefe de familia, fue jugador y, hace dos décadas militó en los "Dragones Celestes" y en Regional Atacama. Pero esta semana la atención está puesta en el primer encuentro entre sus hijos, Michael y Marcos.

El primero, de 19 años, es uno de los refuerzos que contrataron los azules para la actual temporada. El segundo, un año menor, podría debutar en el campeonato con la camiseta de los nortinos.

Hasta hace poco eran cómplices de travesuras. En su entorno los conocen como los "Chucky". El apodo alude a la inquietud que los caracterizaba cuando niños. "Eramos harto malos. Hay muchas anécdotas para contar. Una vez nuestro hermano mayor no nos dejó participar en una 'pichanga' que jugaba con sus amigos. Nos subimos a un techo y empezamos a tirarles piedras hasta que pudimos entrar", recuerda el carrilero universitario.

Desde el hotel en que el plantel de Cristián Díaz se aloja tras el retorno desde Ecuador, donde cayeron ante Emelec por la Copa, Marcos asiente: "Somos muy unidos. Ahora, a pesar de la distancia, hablamos bastante. Si no podemos hacerlo por teléfono, nos comunicamos a través de WhatsApp. Ambos estamos permanentemente preocupados de lo que sucede con el otro".

Eso sí, ambos advierten que, si coinciden en el reducto de Independencia, no habrá concesiones. "En la cancha no hay familiares. Si tengo que 'bajarlo', lo haré", avisa el mayor. Será un poco complicado encontrarnos, porque jugamos en sectores distintos, pero es parte del juego. Seremos rivales y debemos respeto a nuestros respectivos equipos", coincide el menor.

La enseñanza la recogieron de su progenitor. "Para ambos, es un ejemplo. Aunque yo también miro de esa forma a Michael, porque él ya dio un gran paso al llegar a un equipo grande como la 'U'. Me demuestra que los sueños se pueden cumplir", dice Marcos.

Sueño mundialista

Esta semana, Michael practicó por primera vez con la Sub 20 que se prepara para el Mundial de Turquía e intentará ganarse un espacio en la nómina final.

"Ojalá pueda convencer al 'profe' Mario Salas, aunque sé que hay jugadores de gran calidad que están peleando por lo mismo y que, al haber conseguido la clasificación, tienen una ventaja", admite.

Marcos mira de reojo la posibilidad de ser llamado. "Dependerá del técnico y de la continuidad que pueda tener en Iquique. Ser convocado y encontrarme, en la Selección y en un Mundial, con mi hermano, sería un sueño", concluye.b