El creciente interés de los ejecutivos chilenos por una carrera internacional

<P>Los profesionales nacionales suelen ser poco afines a trabajar en el extranjero, pero eso está cambiando con las nuevas generaciones de ejecutivos bajo los 40 años. Reconocidos en el exterior como trabajadores, disciplinados y responsables, también se les considera muy estructurados y poco innovadores.</P>




Muchas veces la carrera de un alto ejecutivo se internacionaliza y su vida de transforma en un ir y venir entre diferentes países. Mercados como el chileno, de hecho, son receptores de una importante cantidad de expatriados que han llegado hasta cargos de confianza en las operaciones locales de la compañía para la cual se desempeñan.

Viajes, grandes desafíos profesionales, elevadas compensaciones económicas, cosmopolitismo… Las carreras gerenciales de tipo internacional tienen muchos atractivos que pueden explicar el que cada día más chilenos estén deseosos de trabajar en el extranjero, comenzando a romper con la tradicional actitud renuente del ejecutivo local a construir una trayectoria fuera de las fronteras locales.

Hasta ahora, el porcentaje de movilidad de los profesionales chilenos es menor al de sus pares en la región. Esto, por lo atractivo que ha sido el mercado doméstico para el desarrollo profesional. Sin embargo, en el extranjero se observa una demanda por contratar profesionales provenientes de Chile, principalmente por parte de multinacionales globales o empresas chilenas en proceso de internacio- nalización.

Se trasladan mayormente a los países del corredor andino, Perú y Colombia, sobre todo, y también a Centroamérica y Argentina. En cuanto a industrias, históricamente las que más profesionales chilenos han demandado (a nivel regional) han sido la minería, retail, construcción, tecnología y banca.

Felipe Mancano, country manager de DNA Human Capital, explica que se trata, por tanto, de profesionales que se han desempeñado en los sectores más dinámicos de la economía chilena. "Se debe principalmente a que el país presenta un mayor desarrollo en estos mercados, lo que impulsa el desarrollo de los ejecutivos que se desempeñan en ellos, haciéndolos muy atractivos para mercados en los que dichos sectores están en expansión", sostiene.

Por derivación, en los últimos años el talento chileno ha sido atraído por empresas internacionales con presencia en el país, las que luego lo han exportado ofreciéndoles una carrera como expatriados. "Es el caso de Enrique Ostalé en Walmart o Hans Eben en Unilever", ilustra Mancano.

La socia y directora de Seminarium Penrhyn, Magdalena Fernández, acota que en las multinacionales de consumo masivo es frecuente encontrar chilenos que han hecho carrera afuera y alcanzado importantes cargos. Lo mismo pasa en los bancos extranjeros. "En minería sí son requeridos a nivel mundial y, en su momento, en Latinoamérica los ingenieros eléctricos nacionales eran considerados los mejores de la región", afirma.

Virtudes y defectos

Fernández plantea que las virtudes de los ejecutivos chilenos -de acuerdo a la percepción extranjera- se relacionan con su capacidad de trabajo y de generar relaciones de confianza, responsabilidad, lealtad, buena preparación académica y también cercanía. Pero añade que si bien el profesional chileno está muy bien considerado en el mercado externo, también es conocido el poco interés que aún demuestran por hacer una carrera internacional.

"Trabajan afuera un tiempo, pero quieren volver y criar a sus hijos en Chile. Y en las empresas multinacionales para crecer en la estructura corporativa es necesario estar dispuesto a vivir afuera", asegura Fernández.

El hecho de que, en general, a los gerentes chilenos les cueste adaptarse a nuevos entornos culturales puede estar asociado a carencias en habilidades blandas, como saber relacionarse, tratar y negociar en códigos distintos, coinciden los expertos. "Si bien nuestros ejecutivos gozan de buena reputación profesional en términos de formación y competencias técnicas, se les percibe como personas más bien cerradas y poco acostumbradas a la diversidad", señala Andreas Wiechert, socio consultor de Equation Partners.

Agrega, sin embargo, que esta situación hoy está cambiando fuertemente, debido a la llegada al mercado laboral de las nuevas camadas de ejecutivos que tienen entre 30 y 40 años, quienes, a su juicio, son mucho más abiertos y flexibles.

Abrirse al mundo

De acuerdo a los datos de los expertos en el área, otro problema es de tipo práctico: se calcula que sólo el 12% de los ejecutivos seniors chilenos habla inglés fluidamente como para desempeñarse bien en cargos de alto perfil o jefaturas.

Para potenciar sus talentos (orden en los distintos procesos, disciplinados, responsables, con muy buenos perfiles en operaciones, finanzas y TI) y minimizar los defectos (muy estructurados, convencionales, menos creativos e innovadores), los ejecutivos chilenos interesados en una carrera internacional deberían, primero, aprender idiomas. También hacer esfuerzos de generar una mayor socialización con lo extranjero, ojalá juntando experiencia internacional en etapas tempranas, por ejemplo, a través de intercambios, estudios o vacaciones.

"Ayuda trabajar en empresas multinacionales o locales exportadoras abiertas al mundo. También abrirse a amistades distintas, incorporar socialmente a extranjeros que están en Chile y que el día de mañana puedan ser un buen contacto para trabajar fuera", recomienda Fernández.

Lo fundamental, añaden los expertos, es adoptar una postura expectante frente a experiencias diferentes y visualizar una carrera internacional como una oportunidad de crecimiento en experiencia profesional y de vida. "De hecho, la gran mayoría de las experiencias de profesionales chilenos en el extranjero son tremendamente positivas y transformadoras. Unos no quieren volver y otros aprenden a valorar mucho más lo que dejaron atrás", subraya Wiechert.

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