El discreto sello que marcó relación de Penélope Cruz y Javier Bardem
El romance de Penélope Cruz y Javier Bardem no causó ni la mitad del escándalo que el de Elizabeth Taylor con Richard Burton mientras actuaban en Cleopatra, en 1963. Tampoco provocó la misma polémica que Brad Pitt, cuando dejó a Jennifer Aniston para irse con Angelina Jolie durante la realización de El Sr. y la Sra. Smith, donde se enamoraron, en 2005. Pero los actores españoles, junto con aumentar la lista de relaciones surgidas en los set de filmación, tuvieron su propio sello: el de la discreción. Por eso que la noticia de su matrimonio en las Bahamas causó sorpresa. El comunicado de sus representante llegó semanas después de la ceremonia y el máximo detalle que entregaba es que el vestido de novia fue del inglés John Galliano.
Incluso el diario El Mundo señala que este afán de evitar la publicidad durante los tres años de noviazgo causó comentarios contra Bardem, cuando no acompañó a Cruz a la ceremonia de los premios Oscar, en 2009, donde ella ganó en la categoría Mejor Actriz Secundaria, por su rol en Vicky Cristina Barcelona, la segunda película que hizo con su ahora esposo. "La ausencia del actor provocó muchas críticas. Pero se trataba sólo de discreción", apunta el periódico.
Cruz cuidó su vida privada. Desde que conoció a su esposo, en 1992, durante el rodaje de su primera película, Jamón, jamón, donde ya la intensidad de las escenas íntimas se traspasó a la vida real. Entonces fue sólo un affaire. Después la actriz tampoco habló de sus relaciones con figuras de Hollywood como Tom Cruise o Matthew McConaughey. Y sólo este año, cuando parecía estar para pasos mayores con Bardem, se mostraron en eventos públicos. Aunque siempre con menores detalles que otras aventuras que han nacido en el set: desde Uma Thurman y Ethan Hawke, en Gattaca (1996), hasta el más reciente flechazo de Reneé Zellweger y Anderson Cooper en Caso 39. Un par de muchos ejemplos más.
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