El diversificado empresario de la Araucanía que distinguirá Icare

<P>José Miguel García suma una trayectoria de 30 años en el sur chileno. Constructor, ganadero, criador de caballos árabes y activo dirigente gremial, aquí cuenta su historia.</P>




No suele aparecer en la prensa económica y menos dar entrevistas. "Es que no vivo en Chile", bromea José Miguel García Echavarri, quien en junio próximo recibirá el Premio Icare 2012, en la categoría Empresario. Lo dice porque su vida no está en Santiago, sino en La Araucanía, una zona donde su familia se asentó hace más de 100 años, cuando sus abuelos, provenientes de León y Navarra, decidieron hacer de Chile su destino definitivo. Ahí ha desarrollado sus negocios y se ha involucrado fuertemente en la actividad gremial. Y en eso lleva, hasta ahora, cerca de 30 años.

En Temuco tiene su centro de operaciones y desde ese lugar comanda sus distintos intereses, desde la crianza de caballos árabes hasta la ganadería, la producción forestal y la construcción. En este último sector está el origen de una serie de emprendimientos en los que partió, confiesa, obligado por las circunstancias. Era comienzos de los 80 y, recién titulado de ingeniero civil de la Universidad de Chile, iniciaba una carrera profesional trabajando para terceros. Pero vino la crisis. "Y fue tan profunda, que la cesantía en la industria llegó a niveles de 58%", cuenta. Entonces decidió partir por cuenta propia, con una constructora enfocada en la vivienda social entre Talca y Puerto Montt a la que se unieron dos constructores civiles, Renato Arancibia y Fernando Daettwyler, quienes lo acompañan hasta hoy. García aún recuerda esos primeros tiempos como difíciles, tanto como los que enfrentó tras el terremoto de febrero de 2010. "Fuimos a las poblaciones, constatamos los daños y con equipos y recursos propios reparamos 400 viviendas en poco más de ocho meses de trabajo", relata.

Su balance, sin embargo, es positivo. En tres décadas, la compañía que lleva su nombre ha levantado cerca de 53 mil casas y da empleo directo a unas 1.500 personas, con ventas que bordean los US$ 60 millones anuales. "Partimos chicos, con proyectos de 10 a 12 casas. El crecimiento más notorio estuvo en la década de los 90. Hoy estamos concentrados en la VIII Región y crecemos a un dígito, pero estamos conformes", explica. Su plan en adelante es apostar por viviendas hasta 2.000 UF. "No nos desvelamos por expandirnos eternamente. Lo nuestro es la especialización", afirma.

Que hay tiempos de vacas gordas y flacas y que es bueno ir paso a paso, es algo que aprendió de su familia. También heredó la pasión por el campo. "Crecí cerca de la tierra y entre los árboles", dice. Con su hermano Leonardo apostó por el negocio agrícola, ganadero y forestal, que desarrollan a través de Agrícola Los Aromos y Forestal Catango. En total, manejan 10 mil hectáreas repartidas en distintos campos, en los que generan bosques de pino insigne y eucaliptus para terceros y además producen madera aserrada. En lo ganadero, se dedican a la crianza de animales de raza y tienen como hito el haber desarrollado -junto a su tío Mario García, empresario forestal, dueño de Magasa- la raza clavel de carne chilena, valorada por su alta calidad y buen rendimiento. Poseen, considerando también animales de raza angus, 6.000 cabezas en la actualidad.

En su rutina también ocupa un lugar importante la crianza de caballos árabes en su haras San Ignacio, bautizado así en recuerdo de su bisabuelo. Pero el rodeo no acapara tanto su tiempo como el enduro ecuestre, una afición que descubrió hace unos años y que lo lleva por travesías de 40 kilómetros prácticamente una vez al mes. En este deporte se encuentra con empresarios como Jorge Errázuriz, socio de Celfin; Fernando de Peña, vicepresidente ejecutivo de Mall Plaza, y Mark Ibáñez, dueño de Quesos Panquehue, entre otros. En diciembre pasado, por el enduro viajó a Abu Dhabi, acompañando a una delegación de jóvenes jinetes, entre ellos su hijo Martín, que recorrieron 160 kilómetros por el desierto árabe.

José Miguel García (57 años, casado, tres hijos) tiene muy claro lo que significa ser empresario en regiones. "Por un tema de escala somos más visibles y estamos más cerca del piso, sobre todo en una zona pobre como ésta, que es la más linda del país", afirma. Por eso, tal vez, la actividad gremial ha sido tan importante en su agenda en las últimas tres décadas. Partiendo por la Cámara Chilena de la Construcción -que recientemente le entregó el premio RSE por el desarrollo de proyectos sociales-, entidad a la que se vinculó en 1982, en plena crisis, y de la cual es consejero nacional, además de director de Invesco, la matriz de AFP Habitat y de Isapre Consalud.

La Corporación para el Desarrollo Productivo de La Araucanía, CorpAraucanía, es otra de sus ocupaciones. La entidad, integrada por distintos gremios empresariales e instituciones públicas ,lo tuvo como presidente entre 2001 y 2005, período en que partió el Encuentro Nacional de La Araucanía, Enela, y en que se formó un parque industrial y la fundación Araucanía Aprende, que actualmente encabeza. Desde ahí está impulsando un programa que busca atender los sectores más vulnerables, a través del reclutamiento de unos 400 profesores jubilados que nivelan y enseñan a leer, en promedio, a unos 5.000 alumnos por año. "Damos cobertura al 67% del tamaño del problema en la región", relata. Los avances han sido paulatinos, pero ya se están notando. La región, "en parte con nuestro aporte", pasó del 15vo. puesto en la prueba Simce de Lenguaje para cuartos básicos, al tercero en su última versión. Y eso lo tiene muy contento.

Sobre el rol de los privados es claro. "Creo en el espíritu y en las competencias de los empresarios chilenos. Las empresas están en, forma creciente, expuestas al juicio de sus clientes y de las comunidades donde se encuentran. El fenómeno de la participación, gatillado por las redes sociales, es un gran desafío. Confío en que sabrán adaptarse y contribuir al desarrollo integral de Chile", declara.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.