El emprendedor que llegó a la dirección de ProChile

<P>El nuevo director del organismo, Félix de Vicente, asumió su cargo precedido de una larga carrera empresarial. Hiperactivo, partió en Telemercados Europa, incursionó en el sector minero y de electrodomésticos, y en esta década vendió una firma manufacturera a una multinacional y creó el primer club de golf público del país. </P>




Con el pie en el acelerador partió su gestión Félix de Vicente (47), el nuevo director ejecutivo de ProChile. No bien asumió su cargo, este ingeniero comercial de la Universidad de Chile partió rumbo a Argentina para conocer y promocionar las actividades del organismo. Su objetivo inmediato es marcar con su impronta la gestión de este organismo dependiente de la Cancillería, que es el encargado de promocionar los productos chilenos en el mundo.

Quienes lo conocen lo destacan como un emprendedor que siempre está en busca de nuevos negocios. "Es una persona con mucha iniciativa, que materializa sus ideas en la práctica. Eso se refleja en todas las empresas que ha sacado adelante y la rapidez con que las pone en marcha", relata Nicolás Hurtado Vicuña, con quien es socio en el Club de Golf Mapocho, la primera cancha de golf pública en Chile.

A ese proyecto se une una larga lista de iniciativas en las que ha participado en los últimos años, como The Kitchen Center, Beagle Doors, los cementerios Parque del Sendero (donde fue socio de la familia Yarur), participó en la proveedora de servicios al área minera Tecno Tip Top y desarrolló complejos industriales en conjunto con el empresario Alvaro Ducasse.

El inicio

Su punto de partida en el mundo laboral fue Telemercados Europa, cadena de retail cuya gerencia de finanzas tomó en 1988, cuando el actual canciller, Alfredo Moreno, era socio de la firma.

La relación entre ambos, en todo caso, era anterior. De Vicente fue alumno y ayudante de Alfredo Moreno en la Universidad de Chile. Además, en 1986 fue presidente del centro de alumnos y junto al economista Harald Beyer estuvo tras la creación de los foros económicos estudiantiles e impulsó la campaña de reequipamiento de las bibliotecas con aporte de las empresas privadas.

Conocedores del proceso mediante el cual fue escogido para capitanear ProChile confidencian que la razón fundamental fue que De Vicente conoce de cerca todos los obstáculos que tienen que sortear pequeños y medianos empresarios para poner sus productos fuera del país. "Puede crear una sintonía muy fina con quienes buscan potenciar sus productos", explica un empresario que ha trabajado con él por años.

De las puertas a las cocinas

Las lecciones las aprendió a través de empresas como Jeld Wen y The Kitchen Center. La primera es una comercializadora de puertas y ventanas que compró en 1991 junto a su suegro, Antonio Eguiguren, cuando la compañía se llamaba Beagle Door. Como no sabía nada de esa industria, se fue a Estados Unidos a trabajar de obrero en una empresa fabricante de puertas. "Y lo hizo sin goce de sueldo, pero llegó cargado de ideas", relata un amigo.

El crecimiento de la compañía, cuentan sus cercanos, fue explosivo: en apenas cuatro años ya habían capturado el 70% del mercado y su facturación se empinaba sobre los US$ 7 millones anuales.

En 1994, Jeld Wen les ofreció ingresar a la propiedad de la firma, comprando el 25% del capital. Fue la antesala de la salida de los socios chilenos, que en 2002 decidieron vender completamente su participación.

Un año después, De Vicente decidió reflotar una importadora de electrodomésticos que había iniciado junto a su amigo Ignacio Cueto, accionista y gerente general de Lan Airlines. Así nació The Kitchen Center, empresa proveedora de equipamientos de cocina que comercializa marcas como Fagor, De Dietrich, Monogram y la marca propia FDV (las iniciales del empresario), que fabrica griferías, lavaplatos y electrodomésticos. Con este emprendimiento, afirma un amigo, "le dio el palo al gato", pues ha trabajado con más de 350 constructoras en el equipamiento de departamentos y en 2007 comenzó el proceso de internacionalización con operaciones en Argentina y Perú. En este último país se asoció con Raúl Diez Canseco, hijo del ex vicepresidente de Alejandro Toledo.

"Con esta experiencia, Félix alcanzó el conocimiento práctico de cómo negociar con grandes empresas y dominar cuáles son las claves para tener un desembarco exitoso en el exterior", opina un amigo.

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