El fin del oficio de los fabricantes chilenos de monedas
<P>Cierre de Armat S.A. de Quilpué puso fin a producción nacional de cospeles, los discos de metal sobre los que se realiza la acuñación.</P>
Sentado en el salón del sindicato, en el centro de Quilpué, Pedro Farías Rojas (56 años, casado, tres hijos) comparte una colación fría con sus compañeros. Se nota preocupado y la razón, como la de todos ahí, es qué harán de sus vidas, considerando que promedian los 50 años de edad.
Pedro es el mas antiguo de sus 70 compañeros y desde este lunes el sorpresivo cierre de la empresa Armat S.A., donde laboraba hace 35 años, lo dejo de brazos cruzados con un oficio altamente especializado, mucha edad y convertido en uno de los últimos cospeleros chilenos. Así llaman a los fabricante de discos de metal para monedas. Hay 7 empresas del mundo dedicada a esta producción: Armat es la única chilena.
"Ahora las monedas chilenas serán coreanas" ríe Pedro mientras recuerda el proceso diario que hacía, primero artesanal y ahora tecnificado. Fundir los metales, alear, cocer, cortar, moldear, golpear con un peso de 12 toneladas para sacar cada disco y acordonarlos (o hacer el calado de bordes), era la rutina diaria antes de que los cospeles se fueron a acuñar a la Casa de Moneda Nacional o del país demandante.
Cada pieza, señala, era una aleación específica. Cobre, aluminio, níquel, zinc, estaños, entre otros metales, les daban forma. Así fabricó cospeles para pesetas, euros hasta de 50 centavos, pesos argentinos y chilenos, soles uruguayos y monedas del mundo que fueron hechas en Chile. "Las de 5 y 10 pesos son de cobre, aluminio y níquel, y las de 100 y 500 son bimetales con cobre, zinc, níquel y alpaca, y hoy de las más pesadas", dice. Cospeles de cobre, zinc, alpaca, tipo latón se hacían para Indonesia y Filipinas, recuerda, y mezclas de fierro y manganeso para las pesetas españolas -las más pesadas de todas con 7 gramos. La mas liviana: el peso chileno de aluminio.
Un boom fue el euro, recuerda. "Le hicimos euros a 9 de los 11 países que lo usaban. Pero eso generó también que de 7 cospeleras en el mundo subieran a más de 20. Eramos la única chilena y de Latinoamérica porque Brasil y Colombia sólo hacen sus monedas".
Armat (Arancibia y Mateluna) S.A . nació en los '60 en la Región Metropolitana, pero en 1969 llego a la ciudad de Quilpué, por su conexión directa al ferrocarril del puerto. "Yo llegue el año '77. Recién había terminado el servicio militar. Aquí aprendí mi oficio como muchos, me casé, hice familia. Fue una escuela", señala Pedro Farías.
Entonces 700 toneladas mensuales era la producción. Hoy con 70 operarios y 20 toneladas diarias, la globalización y grandes empresas pasaron la cuenta.
"Nosotros funcionábamos por pedido y este era para uno año versus las 20 toneladas diarias que producíamos. La coreana Punsan produce 2 mil toneladas por mes, se quedó con todo, incluidas las de cinco pesos que le encargo España. Cómo competir", afirma Farías.
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