El ícono de Mazda llega a Chile con una gran sonrisa

<P>Luego de cuatro años en el mercado y con más de 12.600 unidades vendidas a la fecha, hace su estreno en el país la segunda generación del Mazda 3, que llega con mejoras sustanciales en diseño, equipamiento y comportamiento, pero con precios más altos.</P>




¿Cuándo se puede hablar de una nueva generación en un auto? Ciertamente, cuando se desarrolla una nueva plataforma; también cuando hay componentes mecánicos que debutan, modificaciones significativas en el tamaño del coche, y cuando se aprecian líneas de diseño diferentes.

Derco acaba de lanzar en nuestro país un nuevo Mazda 3, y lo anuncia como un "all new" o "totalmente nuevo", sin haber reemplazado la plataforma ni los motores ya conocidos desde que el modelo aterrizó en el país en 2004. ¿Por qué puede hacerlo?

Sencillamente, porque todo lo que necesitaba cambiarse en el Mazda 3 se cambió, y lo que sólo había que retocar, se pinceló con criterio, obteniendo un auto superior en todo sentido, que está más cercano al Mazda 6 que al viejo Mazda 3.

Partamos por la plataforma. Si algo se valoró siempre del Mazda 3 fue su buena concepción y amplio espacio interior, tanto en la versión sedán como Sport o hatchback, por lo que no parecía atendible ni rentable reemplazarla por una nueva.

La marca sí la extendió en el largo, en 90 mm en el caso del sedán y en 75 mm en la versión Sport, consiguiendo una silueta más estilizada y más espacio en el maletero (sube 14 y 30 litros, respectivamente). La habitabilidad interior no ha cambiado, ya que la distancia entre los ejes y la trocha siguen siendo las mismas.

Sigamos por las mecánicas. Si bien Mazda mantiene los motores 1.6 y 2.0 litros, ambos fueron modificados para bajar las emisiones y reducir los consumos, aproximadamente en un 10%. Para conseguirlo, redujo ligeramente la potencia, de 107 a 105 caballos en el caso del 1.6, y de 149 a 147 Hp en el dos litros, pero gracias a una reducción de 15 kilos en su peso total y a nuevas transmisiones mecánica de seis marchas y automática de cinco (en las versiones R), el auto se siente tan ágil y dinámico como siempre.

Pero la modificación más notoria se percibe en la suspensión, que ganó rigidez y, por ende, calidad de manejo. Si algo se le podía cuestionar al viejo Mazda 3 era el comportamiento de su cola, nerviosa y saltarina. Hoy, gracias a unas fijaciones más gruesas y piezas más resistentes, el auto ganó rigidez, consiguiendo una mejor tenida en ruta, más aplomo y mejor adherencia al piso y mejorando su ya conocido confort de marcha.

Hay que agregar una nueva dirección electrohidráulica en todas las versiones, que no es insípida como la mayoría de las asistencias eléctricas, sino que tiene un tacto más que respetable, así como nuevos frenos traseros con discos, que reemplazan con efectividad a los viejos tambores.

El resultado es un Mazda 3 que mejora notoriamente su andar, ofreciendo más dinamismo y estabilidad, mayor adherencia al piso, y mejores respuestas frente a situaciones extremas. En definitiva, es mucho más auto de lo que ya era.

Diseño de excepción

Si estos cambios no son visibles para los consumidores a menos que los prueben, el restyling que sufrió el auto es más visible e impactante, pese a que la esencia de su diseño no varió.

Para el nuevo Mazda 3, la firma utilizó la base del conceptual Ryuga (la nueva máscara de boca grande), las líneas aerodinámicas laterales del Mazda 2 y las ópticas estilizadas y con diferentes colores del Mazda 6. Lo que obtuvo es un auto emocional y expresivo, con una clara identidad de marca en el frontal (que ha replicado en otros modelos), y con alta dosis de deportividad gracias a unos hombros anchos y ángulos pronunciados.

En el interior se mejoraron los materiales y las terminaciones, el diseño es más simple, pero moderno, y el habitáculo es más luminoso y tiene mejor visibilidad gracias al desplazamiento hacia atrás de los pilares A.

En cuanto al equipamiento, todas las versiones llegan más equipadas. En confort, todas traen aire acondicionado, vidrios y espejos eléctricos, cierre centralizado y a distancia, radio con CD/MP3 y conexión auxiliar, y asiento del conductor ajustable en altura. En seguridad traen frenos ABS con distribución electrónica de frenado, doble airbag frontal, alarma antirrobo con inmovilizador y anclajes para sillas de niños.

Dependiendo de la versión, puede agregar techo de vidrio, tapiz de cuero, hasta seis airbags, luces bixenón y led, sensores de estacionamiento y lluvia, llantas aro 16 y 17, control crucero, techo eléctrico y levas en el volante para la caja, entre otras.

El nuevo Mazda 3 sedán se venderá con tres tipos de equipamiento y en cuatro versiones (entre $ 9.990.000 y $ 14.390.000), mientras que el Sport está disponible en tres versiones, y entre $ 10.790.000 y $ 12.990.000.

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