El Jadue más duro

Daniel Jadue (48) camina por una enorme terraza que da a su oficina en la Municipalidad de Recoleta. Desde ahí se puede ver la comuna entera y buena parte de Santiago, pero Jadue dice sentirse incómodo, mientras se toma algunas fotos. La municipalidad y su enorme oficina con terraza -un espacio moderno con baño personal y sala de reuniones que es mucho más El Golf que Recoleta- son herencia del ex alcalde Gonzalo Cornejo, apunta Jadue, como ofreciendo disculpas.

"Traté de cambiarme de oficina, pero era impracticable", explica. Y luego cuenta que el edificio costó 6.900 millones de pesos y que aún se está pagando: "He tenido que pagar casi 900 millones anuales desde que llegué a la alcaldía".

Pero así como la alcaldía se sigue pagando, Jadue ha hecho noticia por su proyecto emblema: la farmacia popular, que está ubicada en la municipalidad misma y que distribuye medicamentos con recetas a costo. Rudy Kortmann, el jefe farmacéutico, explica que, a la fecha, a cinco meses del inicio, unos 2.200 habitantes de la comuna han hecho uso del beneficio, recibiendo unas tres mil recetas. Además, su equipo farmacéutico es requerido constantemente para asesorar a otras municipalidades en el tema. "Aquí el descuento es entre un 70% y un 90% comparado con una farmacia", dice Kortmann. "Gente que antes no estaba comprando sus remedios ahora sí lo está haciendo".

A pesar de que Jadue dice que su gestión va mucho más allá de las farmacias populares, es este el proyecto que lo ha hecho trascender más allá de las fronteras de su comuna. Y el alcalde está consciente de ello: "Las farmacias populares van a estar en todo Chile. Hoy, hay 54 municipios que no tienen farmacias. Pero también están saliendo farmacias con letra chica que sólo benefician a clases vulnerables y dejan afuera a la clase media con la que tanto se llenan la boca. En Recoleta, la farmacia popular es universal".

En círculos del PC dicen que la farmacia ha sido clave: le ganó el derecho a Jadue, después de encabezar una gestión que era evaluada como "plana", a ir a la reelección.

Hace dos semanas finalizó el Congreso XXV del Partido Comunista. En medio de las definiciones del PC en su proyección con el gobierno de la Nueva Mayoría, un grupo de militantes de la V Región alzó a Daniel Jadue como una posible carta para la candidatura presidencial del partido. A Jadue la petición lo tomó por sorpresa, dice, pues ese tipo de definiciones históricamente las ha tomado la comisión política del PC. Pero, a pesar de que el gesto de los militantes no pasó de lo simbólico, también se pudo hacer la siguiente lectura: a Jadue se le está tomando en serio en el PC. Y en eso, las farmacias populares han tenido un rol importante.

"Los congresos no son los que toman ese tipo de decisiones. El minuto en que el partido lo decida, va ser el partido el que le proponga a sus bases un candidato", dice Jadue.

La historia de Jadue y el PC comenzó cuando éste tenía 11 años. Entre el colegio y la universidad participó en grupos opositores a Pinochet. Quienes lo recuerdan en sus años formativos dicen que Jadue era un tipo particularmente duro, que no escondía sus opiniones cuando no estaba de acuerdo. Algunos recuerdan una historia de fines de los 90, en un congreso comunista en el Diego Portales. Jadue se habría parado de su asiento para encarar a la directiva de Gladys Marín en duros términos. Pero el alcalde de Recoleta asume la historia sólo a modo parcial: "Es probable que algunos me confundan con otros actores. Alguien encaró a la directiva y muchos pensaron que yo estaba tras esa persona, pero yo no recuerdo haber tenido nunca una discusión con Gladys. De hecho, es ella quien me propone como candidato a diputado por Recoleta/Independencia en 2001. Son lecturas que se dan habitualmente en colectivos humanos".

Dentro de esas lecturas, al interior del partido, Jadue ha tenido que lidiar durante los últimos años con el cartel de díscolo. Quienes lo conocen en el PC dicen que es cercano a la camada joven de Camila Vallejo y Karol Cariola y que por varios años estuvo fuera de sintonía con los históricos del partido, agrupados tras la figura de Guillermo Teillier. Jadue fue miembro del comité central del PC, donde entran los 80 mejores cuadros del partido, entre el 97 y el 2002. Hasta este último congreso, es decir, por 14 años, Jadue estuvo fuera del Central del PC, que es decidido en gran medida por la directiva del partido, la que entrega una lista de 110 personas para que se elija a los miembros del comité. Dentro del partido esto fue visto como un espaldarazo a lo que Jadue está haciendo en Recoleta, como una señal de que ha podido tender puentes con los sectores más tradicionales del partido, aunque el alcalde se encarga de sostener que todo esto es una ilusión.

-Si yo fui o soy del ala más dura, esa es una caricatura propia de los partidos que se organizan de esa manera. Los socialistas tenían nueve facciones en tiempos de Clodomiro Almeyda. Dentro de la DC es cosa de mirarlo. Un día unos se quieren salir de la Nueva Mayoría, otro alguien quiere llevar candidato propio en la primera vuelta. Nosotros no tenemos esa cultura. A mí nadie me conoce una declaración pública en contra del colectivo jamás. Yo opté por ser parte de un partido que se maneja de esa manera.

En el PC tiene cierta fama de llevar un proyecto más personalista…

Las opiniones que se digan sobre mí las tienen que sustentar ellos. Yo lo que sé es que he cumplido las tareas que el partido me ha designado y que nunca he puesto un proyecto personal por sobre el interés colectivo. De hecho, el 2005 yo estaba haciendo campaña aquí para diputado y llevaba seis meses haciendo campaña. Pocos días antes que terminara la elección, el partido me mandó a ser candidato en Quillota para enfrentar a Marco Enríquez-Ominami. No tuve ningún problema en agarrar mis cositas e ir allá, a pesar de que llevábamos trabajando años en Recoleta.

Fue al sacrificio…

No fui al sacrificio. No entiendo las tareas partidarias como un sacrificio. Las entiendo como un deber.

Daniel Jadue es varias cosas aparte de alcalde de Recoleta y militante del PC. Jadue es también vocero de la comunidad Palestina en Chile, es masón, es sociólogo y arquitecto de la Universidad de Chile, profesor de dabke -un baile popular de Oriente Me-dio-, padre de una hija, separado. Por algunas de estas cosas, Jadue admite, tiene que pelear contra estereotipos dentro del PC y de la comunidad palestina también.

En sectores del PC usted es percibido como alguien que viene de familia palestina acomodada…

Yo creo que es gente que no conoce la información. Quizás, lo que pueda hacer perder el foco es que yo tenga 21 años de estudios universitarios, que tenga dos carreras y que siga estudiando, pero mi familia en ningún caso es de situación acomodada. Vengo de una familia de muy escasos recursos, donde ninguno de mis dos padres terminó cuarto medio, mi madre ni siquiera terminó octavo básico. Ella era microempresaria y quebró todas las veces que tenía que quebrar hasta que se cansó de empujar. Yo creo que muchas de las cosas que te cuento, ni siquiera se las imaginan algunos miembros del partido. Nadie debe saber que vivíamos en una casa que casi se caía en Caliche con Santos Dumont, en La Chimba, y que yo soy la primera generación universitaria de mi familia. Pero en todos lados hay prejuicios, tal como en la comunidad palestina existe el prejuicio de que soy un comunista de porquería que se come las guaguas, que soy duro y conflictivo.

Jadue relata una historia sentado en su escritorio con dos bufandas de Palestina como telón de fondo. Y la historia trata de la vez en que fue vetado del Club Palestino en 1986. Estados Unidos había bombardeado Libia y en ese bombardeo falleció la hija de dos años del líder libio, Muamar El Gaddafi. En Chile se puso una bomba en la casa del embajador de Israel a modo de protesta y, según Jadue, el atentado trató de ser imputado a su grupo, la Unión General de Estudiantes Palestinos. Jadue, además, era parte de la oposición al gobierno de Pinochet. Se le mezclaron ambas cosas y fue vetado del Club Palestino por varios meses.

Carlos Abusleme, presidente de la Cámara de Comercio de Patronato, es cercano a Jadue hace años. Y recuerda que en los 80, cuando había potenciales conflictos con detractores del régimen de Pinochet, estos eran separados del Club Palestino. "La razón era práctica", explica Abusleme. "Cuando se hizo la Kennedy se había expropiado parte del club y no se pudo hacer nada. Existía la sensación de que un apoyo a personas como Daniel podía perjudicar al club".

Jadue cuenta que el 11 de septiembre del 73 dividió profundamente a la comunidad palestina. Hasta ese entonces existía el Salón Azul y el Rojo dentro del club, pero el Salón Rojo cambió de nombre por razones políticas. Ahora es el Gran Comedor. Incluso, cuando joven, pensó convertirse en cura, pero desistió impulsado por figuras como la del cura Hasbún. Decir eso le trajo problemas con un sector de la comunidad palestina hace algunos meses. "Lo único que dije es que me había alejado de la religión por personajes como el padre Hasbún. Yo me acuerdo patente del comentario que hizo después de la Operación Albania aquí en Pedro Donoso, donde murieron compañeros nuestros. Y él defendió el asesinato de jóvenes terroristas".

Abusleme, quien se declara de centroderecha, dice que hay un factor en común que puede dejar ese tipo de diferencias de lado: Palestino. "Los fines de semana vemos los partidos de Palestino en el club y ahí están sentados Daniel y un poco más allá el cura Hasbún", cuenta. "Incluso, fueron en el mismo charter a Uruguay cuando Palestino jugó la Libertadores hace poco".

El diputado DC Fuad Chahín trabajó con Jadue en la Unión General de Estudiantes Palestinos. Y recuerda esto: "Siempre se destacó por formar jóvenes sobre historia y política palestina, y crear conciencia sobre la ocupación israelí. Es uno de los que más saben sobre el tema y por eso tiene un respeto transversal en la colectividad Palestina en Chile".

Jadue dice que no tiene cómo no sentir el peso de la sangre: nació el 28 de junio del 67, el día en que el ejército sionista anexó Jerusalén después de la Guerra de los Seis Días.

Un cuidador de autos afuera de la municipalidad dice que Jadue ha tenido el mérito de seguir trabajando en Recoleta con gente de todos los sectores. Cercanos suyos en el PC dicen que esa faceta se debe a su trabajo en la comunidad palestina, donde trata con un abanico transversal de pensamientos políticos. Desde muy joven quiso ser alcalde. Siempre hablaba en la Jota de que tarde o temprano les iba a tocar ser gobierno. Y que había que prepararse técnicamente para ello. Creó el Centro de Desarrollo Social La Chimba en 2003 como un plan estratégico que se llamaba Recoleta 2012. Desde el 2002 corrió en tres elecciones, hasta que ganó, justamente, en 2012. "Fuimos fidelizando y dando a conocer". Este año, justamente por subvenciones municipales al centro La Chimba y por "abandono de deberes", un grupo de concejales de la oposición pidió la remoción de Jadue, la que fue rechazada esta semana por el Tricel.

Con eso despejado, este 2016 planea retener la alcaldía.

Jadue dice que lo suyo ha apuntado a reformas estructurales. Y menciona el programa "Escuelas Abiertas", en el que todos los colegios de la comuna están abiertos hasta las 10 de la noche, de lunes a domingo, para hacer deporte y actividades culturales. O dice que triplicó la cantidad de médicos en la comuna, pero que no cabían en los consultorios y empezaron a atender en las juntas de vecinos. Cuando se empezó a preparar para ser alcalde, hace 15 años, dice que sabía que el marco teórico estaba de su lado, pero que la gran duda que recaía sobre los candidatos comunistas era la gestión. "Creo que ese prejuicio lo he ido dejando atrás", remata.

Esta semana, Jadue salió de la alcaldía por un momento para contestar una columna del comunicador Nicolás Copano, quien viajó a Israel invitado por la comunidad judía en Chile. Jadue acusó a Copano -en El Desconcierto- de "defender con todo" a Israel y luego dice que Copano "omite que siempre fue en visitas guiadas por agentes israelíes y que ni siquiera hizo el más mínimo intento por tomar contacto con alguna fuente palestina de similar jerarquía".

Es parte del rol y es parte de lo que cree.

El Jadue más duro.