El jardín de islas que adorna a Palaos
<P>Un escondido país de la Micronesia, en plena Oceanía, destaca por tener un conjunto de pequeñas islas de origen volcánico que unidas forman uno de los ecosistemas más extraños del mundo.</P>
DESDE EL AIRE, los 445 islotes calcáreos de origen volcánico que forman la Laguna Meridional de las Islas Rocosas parecen como manchones verdes que emergen desde el mar turquesa. Un verdadero jardín acuático gigante de rocas, bosques y arrecifes coralinos, ubicado en la República de Palaos, en plena Micronesia, en el Océano Pacífico occidental. También llamadas Islas Chelbacheb, este sitio es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2012 y cubre 100.200 hectáreas de islas, océano y lagos marinos, en un país que sólo posee 20 mil habitantes.
Las islas alcanzan una altura de hasta 207 metros y en su mayoría están deshabitadas. Sin embargo, no siempre fue así. Antiguamente fueron el hogar de asentamientos Palau, y por eso contienen significativos vestigios culturales, como restos arqueológicos y de arte ruprestre, los que se encuentran concentrados en dos grupos de islas: Ulong y Negmelis, y en tres islas: Ngeruktabel, Ngeanges y Chomedokl. Estas fueron ocupadas por varios siglos antes de ser abandonadas en los siglos XVII y XVIII. Hoy son un ejemplo excepcional del estilo de vida de las pequeñas comunidades de la isla por más de tres milenios y los descendientes que emigraron a la isla principal de Palaos mantienen ese vínculo vivo a través de las tradiciones orales.
Pero probablemente lo que más atrae de este lugar es su naturaleza. La existencia de un complejo sistema de arrecifes, con 385 especies de corales, realza la belleza del sitio y permite la existencia de varios tipos de hábitats, siendo un importante factor protector. Hay 746 especies de peces, al menos 13 especies de tiburones, mantarrayas con características únicas en el mundo, siete especies de almejas gigantes, nautilus, dugongos y una amplia variedad de plantas y aves en sus bosques, todo con un alto nivel de endemismo.
Las islas rocosas y coralinas se formaron a través de actividad volcánica, el clima, el viento y la vegetación. Es muy difícil llegar a la costa dada sus características topográficas, pero sí es posible rodearla en bote. La complejidad de estas islas ha permitido la formación de la mayor concentración de lagos marinos del mundo, con un total de 52, que van desde lagos conectados con el océanos a través de fisuras y túneles, a lagos completamente aislados donde se desarrollan ecosistemas únicos.
El mejor ejemplo de ellos es la Laguna de las Medusas, que es el hogar de un tipo de medusas únicas, ya que tienen células urticantes tan pequeñas que su aguijón no tiene efecto sobre la piel humana. Así, una de las actividades favoritas de quienes van a este lugar es bucear entre los cientos de medusas doradas que nadan tranquilamente en la laguna, libres de la amenaza de cualquier depredador, las que incluso se pueden tocar.
Por todo esto, la Laguna Meridional de las Islas Rocosas es uno de los mejores lugares del planeta para realizar buceo. Desde el de pared hasta el nado con tiburones, las opciones son diversas. Hay alrededor de 70 lugares oficiales de buceo para disfrutar del espactáculo natural de corales, peces de colores y mucho más. Un paraíso para los amantes del buceo, pero también para quienes quieran iniciarse en esta actividad.
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