El jardín infantil que nació del lodo

<P>De Talca a una aldea de emergencia, en Diego de Almagro. Un viaje no sólo de kilómetros. También de 30 años al pasado. El regalo de una constructora a los niños del aluvión. </P>




Quién, realmente, le hacía el regalo a quién?, se preguntaron algunos de los presentes, en medio de la polvareda inmensa de Diego de Almagro, en la Región de Atacama. Allí, el martes reciente, un niño de seis años jugaba a sus anchas en una de las salas del jardín infantil "Sonrisitas del Desierto". Poco le importaba la ceremonia y las fotos. Él, y varios pequeños más, simplemente jugaban. Afuera, siete días de trabajo a pleno sol. Y un silencio emocionado.

"La idea nació cuando vimos los estragos del aluvión; tratamos de movernos lo más rápido y callados como fuera posible", cuenta Sergio Saavedra (38), socio fundador de la empresa constructora Casaa, ubicada en Talca.

Su giro es justamente los establecimientos educacionales. Desde su creación, en 2004, han trabajado con la Fundación Integra, especializada en el área preescolar. Y después de las lluvias y la catástrofe de la III Región, ocurrida a fines de marzo, Saavedra y su socio, Ernesto Castro, decidieron partir al norte con dos camiones y varias camionetas llenas de materiales.

Para Saavedra, sin embargo, este periplo fue también un retorno de más de 30 años en el tiempo a su tierra natal, en Putú, Región del Maule. "Cuando yo tenía unos cinco años, asistía al jardín infantil de mi localidad, que es parte de la red Integra. Hoy se llama Los Pantanitos. En mi casa no había mucho dinero, mi familia era bien modesta, pero ahí, en ese jardín, di mis primeros pasos y tuve muchas alegrías. Fue importante y muy necesario para mí", relata el profesional, egresado de construcción.

Sus recuerdos, en todo caso, no son sólo nostálgicos. Hay otros más inmediatos, concretamente del 27/F: "La zona norte del país se portó muy bien, nos ayudaron mucho. Yo mi socio queríamos tratar de devolverles un poquito la mano".

El martes de esta semana, los 18 trabajadores de la firma, después de siete días de faenas, encabezados por Saavedra y Castro, terminaron su donación: un completo y operativo jardín infantil, ubicado en el sector sur de la población Villa 4 de Octubre. La obra tiene 122 m2 y capacidad para 28 niños. Fue completamente equipado con baños y cocinas, a partir de los módulos prearmados que llevaron desde Talca. El avalúo del proyecto supera los $ 40 millones. Integra, en tanto, puso el equipamiento pedagógico.

Pero los niños del sector, que estuvieron en la presentación, no estaban pendientes precisamente de estas ventajas. "El Colegio Montessori envió cerca de 400 juguetes nuevos, quedaron dichosos", dice Saavedra, quien reside en la Séptima Región.

En la Fundación Integra destacan que el jardín cumple con todos los estándares en cuanto a ventilación, iluminación y superficie por niño. También comunican que, a partir de este lunes, se estará inscribiendo a los niños que quieran asistir a él.

"Aquí, el gobierno, los trabajadores, una empresa privada llena de convicción y la comunidad de Diego de Almagro, trabajaron juntos para sacar adelante una solución rápida, de calidad y llena de cariño, para los niños y niñas que perdieron su jardín", comenta Oriele Rossel, directora ejecutiva de Fundación Integra.

Respecto de la parte pedagógica, Verónica Cáceres, directora del establecimiento, explica que "hicimos muchas visitas domiciliarias en Diego de Almagro, para ubicar a nuestros niños y familias. Han sido días de mucho esfuerzo para la gente. Vimos que existe una enorme necesidad de comenzar a retornar a la normalidad, ya que los adultos deben continuar con las actividades de limpieza de sus hogares y retomar sus trabajos".

"Por eso -añade-, el que nos hayan donado este espacio es una oportunidad muy valiosa para la comunidad. El jardín está precioso y es de altísima calidad".

Para Saavedra, su socio y su gente, el tema está claro: "Hicimos esto de todo corazón. Damos gracias porque la vida nos ha tratado bien; nos sacamos la mugre, pero los niños de acá lo necesitaban. En realidad verlos jugar, como el otro día, es un regalo para nosotros".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.