El legado de Gary Becker
LA COMUNIDAD académica mundial ha lamentado el reciente fallecimiento de Gary Becker, premio Nobel de Economía 1992 y una de las figuras descollantes de la Universidad de Chicago. Existe el más amplio reconocimiento a su contribución fundamental a la expansión de la ciencia económica hacia nuevas áreas de análisis. Su trabajo pionero para entender el proceso de creación de capital humano lo estableció como uno de los economistas más relevantes del siglo XX, y explicitó sólidamente los fundamentos para mejorar políticas educacionales.
El trabajo de Becker permitió entender muchos aspectos de la conducta humana como el resultado de decisiones racionales, adoptadas en un contexto de optimización sujeta a restricciones. Su éxito en esta tarea derivó de la aplicación sistemática en sus investigaciones de ciertos paradigmas económicos clave, como la relevancia de los equilibrios de mercado, las conductas maximizadoras, la racionalidad tras las elecciones de diferente índole que efectúan las personas, o la estabilidad de las preferencias humanas. En la mejor tradición económica de Chicago, solo sustentó hipótesis cuyas predicciones resultaran consistentes con los datos observables en la realidad.
Fue valiente y claro en la difusión de sus ideas. En su última columna en la revista Newsweek , tras 19 años de contribuciones mensuales, declaraba …“Con muchos otros de mi generación, yo era un socialista cuando comencé mis estudios universitarios. Pero mis primeros cursos de economía me enseñaron el poder de la competencia, los mercados y los incentivos, y rápidamente llegué a ser un liberal clásico. Eso significa alguien que cree en el poder de la responsabilidad individual, en la economía de mercado, y en un rol para el gobierno, crucial, pero limitado”.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.