El mal genio y las enfermedades van de la mano
Puede que la ira sea solo una reacción normal a ciertas situaciones que le disgustan, pero podría responder a algo más serio: una enfermedad. Un informe divulgado por el Royal College of General Practitioners, en Reino Unido, indica que quienes padecen de patologías como tiroides hiperactiva y diabetes o presentan un alto nivel de colesterol pueden evidenciar este rasgo como efecto secundario de los medicamentos que deben consumir para tratarlas. Por ejemplo: quienes tienen un colesterol alto deben consumir estatinas para reducir la concentración en la sangre, pero un efecto secundario es el mal genio. Expertos de la U. de California (EE.UU.) establecieron que una vez que estos pacientes dejan de consumir los medicamentos, su humor mejora notablemente.
Investigadores de la Oregon State University, en EE.UU., señalan que participar de ciertos tipos de juegos en la infancia puede ser la mejor manera de elevar la capacidad de los niños para tener éxito en el colegio. Un ejemplo es el conocido "Simón dice". Cuando los niños practican esta clase de pasatiempo, ponen a prueba su capacidad para prestar atención, recordar reglas y exhibir dominio propio, además de ejercitar la flexibilidad mental y el autocontrol, cualidades que también predicen el éxito académico. Los expertos aplicaron pruebas a 814 niños entre tres y seis años, demostrando que quienes practicaban ese juego también tenían mejores calificaciones en matemáticas y más facilidades para la lectura.
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