El método de Harvard que convierte a alumnos en docentes

<P>Nueve universidades y algunos colegios aplican esta pedagogía, que centra el aprendizaje entre los estudiantes.</P>




Acaba de comenzar la clase y el profesor de Física Germán Ahumada les pide a sus alumnos de tercero medio del Liceo José Cortés Brown de Viña del Mar que respondan una pregunta sobre una materia que él no ha explicado. Les da 10 minutos y comienzan a aparecer los resultados: El 66% responde correctamente. Luego les pide a los que acertaron que convenzan a sus compañeros acerca de su opción. Al término de la clase, todos parecen no tener dudas acerca de la respuesta correcta.

¿Cómo lo hizo? Con el método Peer Instruction (Aprendizaje entre Pares), pedagogía orientada a mejorar la forma de hacer clases y que comienza a implementarse en colegios y universidades chilenas. Ya son nueve instituciones (las universidades de Santiago, Adolfo Ibáñez, Federico Santa María, de Antofagasta, de Chile, Santísima Concepción, de Valparaíso, de Concepción y Mayor) las que la aplican. Y otras dos comenzarán a aplicar un programa piloto, financiado por el Mecesup, en los próximos meses (ver recuadro).

El Peer Instruction, creado por el holandés y decano de Física Aplicada de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), Eric Mazur, es una pedagogía orientada a mejorar los aprendizajes en los estudiantes y centra el proceso de traspaso de la información en los estudiantes y no en el docente como dicta el método tradicional. Idealmente, fue pensado para enseñar Física. Pero las Ues. chilenas la aplican no sólo a las ciencias duras, sino también a las ciencias sociales y las humanidades, en carreras tan diversas como Nutrición, Medicina, Psicología e, incluso, Literatura.

"En mis clases me di cuenta que los alumnos memorizaban los conceptos y luego los regurgitaban en las evaluaciones. Eso sucedía porque no le encontraban sentido a esa información, no la interpretaban, ni menos construían modelos mentales", asegura Mazur. Además, agrega que "con el método tradicional les estábamos dejando la parte difícil a los alumnos y la entrega de información, que es lo más fácil, lo hacíamos nosotros (docentes)".

En el método, los alumnos deben internalizar los conceptos leyendo en sus casas el material que les entrega el profesor. Luego, en la clase, el material es evaluado mediante una pregunta corta de opciones múltiples, que los alumnos responden usando las tecleras. Finalmente, se les pide a los alumnos que respondieron correctamente que convenzan de su opción a los que erraron.

Con esta tecnología, se permite a los estudiantes interactuar activamente en el proceso de aprendizaje y al docente tener información en tiempo real del nivel de comprensión de sus alumnos. Así, puede adecuar el ritmo de la clase. Además, los estudiantes aprenden a pensar críticamente al "convencer" a sus compañeros de las respuestas verdaderas. Según Mazur, son los alumnos los que pueden explicar de mejor manera la materia más aún que los mismos profesores: "Los profesores creen que los estudiantes aprenderán la materia de la misma forma en la que ellos lo hicieron, creyendo también que tendrán las mismas dificultades con las cosas que les eran a ellos difíciles".

Según un estudio desarrollado por la Universidad Católica de Valparaíso a los alumnos del profesor Germán Ahumada, el porcentaje de aciertos en las evaluaciones aumentó de un 62,2% a un 74,4% desde que se comenzó a utilizar el Aprendizaje entre Pares. "Yo creo que al momento de justificar tu respuesta estás aprendiendo, porque estás tratando de saber cómo defender lo que tú crees que está bien", señaló uno de los alumnos de Ahumada.

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