El náufrago que afirma haber sobrevivido 13 meses en altamar
<P>Demacrado, desorientado y deshidratado. Así fue hallado, en las Islas Marshall, José Salvador Albarenga, pescador que señala que salió de México hace más de un año. Dice que sobrevivió comiendo aves y pescados crudos. </P>
El 24 de diciembre de 2012, José Salvador Albarenga, un pescador salvadoreño de 36 años, zarpó a la aguas del océano Pacífico desde Tonalá, al sur de México. Iba a trabajar en su bote de fibra de vidrio, acompañado por su ayudante Ezequiel, un adolescente de entre 15 y 18 años.
Trece meses después de ese día, José fue hallado el jueves pasado cerca del pequeño atolón de Ebon en el océano Pacífico, en las costas de las Islas Marshall, a más de 12.500 kilómetros de México. Según consignó la agencia The Associated Press, al momento del rescate, Albarenga mostraba severos signos de deshidratación y estaba desorientado y usando sólo su ropa interior en andrajos como vestimenta. Fue hallado en su bote, el cual ya no contaba con la hélice del motor.
La policía marítima lo llevó a la costa, donde alrededor de 1.000 espectadores se acercaron para verlo de cerca. Con una lata de Coca Cola en la mano, el salvadoreño saludó a la gente antes de ser llevado al hospital de Majuro. Al no hablar inglés, el pescador se comunicó mediante dibujos y gestos con la alcaldesa del lugar, afirmando que sobrevivió a la deriva comiendo tortugas, aves y pescado crudo. Cuando no llovía, logró capear la sed bebiendo sangre de tortuga, según su versión. Sobre Ezequiel, el joven acompañante de Albarenga, aún no se sabe mucho. Según el embajador de EE.UU. en las islas, Thomas Ambruster, el pescador le contó que el joven murió tras un mes de naufragio, luego de haberse negado a comer animales crudos. No obstante, las autoridades a cargo de la investigación del caso están indagando el paradero del adolescente, puesto que aún no se han dado detalles de lo que habría hecho Albarenga con el cuerpo.
Por su parte, Gee Bing, secretario de asuntos exteriores de las Islas Marshall, dijo sentirse escéptico respecto de la historia de Albarenga tras reunirse ayer con él. "Suena como una historia increíble y no estoy seguro de creerle. Cuando lo vimos no parecía delgado, como lo están otros sobrevivientes", dijo Bing.
Mientras tanto, la Cancillería mexicana confirmó que el salvadoreño había declarado como su último lugar de residencia Costa Azul, en el municipio de Tonalá, Chiapas, y que habría señalado no tener familiares en México, sino en El Salvador. Según fuentes médicas de las Islas Marshall, el estado de salud del náufrago es estable, aunque sufre deshidratación.
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