El ocaso de las primeras citas
<P>Son menos planificadas, con más gente alrededor y sin las galanterías de antes. Así lo revela una encuesta de La Tercera y la U. Mayor.</P>
TODAVÍA es posible distinguirlos, sentados, a media luz, en esa mesita del restaurante que parece ser más íntima que las demás. Pero son una especie en extinción: no solo los viejos ritos de la seducción masculina están desapareciendo, sino también la "primera cita" como hasta ahora la conocemos.
Así lo revela una encuesta conjunta de La Tercera y la Universidad Mayor: el 39% dice extrañar el hecho de que la cita ya no se planifica como antes, en tanto que el 37% reclama que estos primeros encuentros se realizan siempre con más gente. El sondeo revela, sin embargo, que ciertas conductas tienden a permanecer, mientras otras están en franca retirada.
Por ejemplo, aún son los hombres los que, caballerosa y gentilmente, pasan a buscar a la mujer, según indica el 45,7% de los encuestados, pero el hecho de que un no despreciable 39% afirme que se ponen de acuerdo y cada uno llega por su cuenta revela que esta vieja galantería masculina va desapareciendo. Edmundo Campusano, sicólogo de la U. Mayor, explica que todos estos cambios obedecen a una "modificación en las visiones tradicionales" de lo que constituye el ser femenino y masculino: "Sin embargo, estamos en un tránsito, de manera que aquello se manifiesta en el discurso se traspasa más lentamente a las conductas".
Así se explica el hecho de que el sondeo revele que el 65% reconoce que es el hombre quien todavía paga la cuenta, en tanto que solo el 3,3% de las mujeres se levante enérgica de la mesa para afirmar "¡No, soy yo la que pago!". Ni siquiera hacen el amago de sacar la billetera: apenas el 1,3% de las mujeres se molesta en hacer el ademán.
Pero no se engañe, acá no hay aprovechamiento sino, más bien, una mayor honestidad. A esto se suma el hecho de que la buena y desinteresada dadivosidad del hombre ha dejado de ser un requisito paras citas: el 25% de quienes responden la encuesta dice que la cuenta hoy se "divide en partes iguales", siendo esa la segunda opción más votada.
Raúl Carvajal, sicólogo de la Clínica Santa María, explica que si bien se mantienen ciertos aspectos generales, son los detalles los que van desapareciendo. Loreto Romero, administradora del restaurante Akarana, cuenta a modo de ejemplo que los hombres ya no corren la silla, "es el mozo el que lo hace". De hecho, en la encuesta solo el 3,1% dice echar de menos esta conducta en una primera cita. ¿Más ejemplos? Tampoco abrir la puerta del auto es tema: solo 5,6% manifiesta añorar este clásico comportamiento de los galanes de antes.
Gianella Poulsen, sicóloga de la Universidad del Desarrollo, opina que como tal, las citas están desapareciendo. Los jóvenes, dice, se conocen en "carretes", donde siempre están acompañados por más gente. Así las cosas, las citas de hoy persisten como un resabio de aquellos románticos tiempos de nuestros abuelos, pero un resabio que, de a poco, emprende la retirada.
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