El odiado tenista sueco que reta al "Bombardero" en semifinales de París

<P>Robin Söderling es conocido por su falta de cortesía y algunos como Rafael Nadal, al que le propinó su primera derrota en Roland Garros, simplemente no lo soportan. El escandinavo peleará con Fernando González por un cupo en la final del Grand Slam francés.</P>




El tipo es de genio ligero y respuesta rápida y generalmente ácida. Sus compatriotas, que no lo querían

demasiado hasta hace poco, han elevado a Robin Söderling (25º) estos últimos tres días a la categoría de ídolo y los ojos del mundo se han posado sobre él, desde que demostró que Rafael Nadal no era invencible en Roland Garros y le propinó su primera derrota en el segundo Grand Slam de la temporada. De pasada, el sueco impidió que el español superara la marca de cuatro títulos consecutivos en Francia, que compartía con el también escandinavo Björn Borg.

"Después de derrotar a Nadal, lo mínimo que espero es que Borg me mande un mensaje para darme las gracias", dijo Söderling, con su desenfado habitual luego de su histórica victoria sobre el balear. Justamente cuando todos esperaban un análisis frío o declaraciones de felicidad, el sueco sale con esas payasadas. A propósito, ayer reconoció que su celular recibió el mensaje tan esperado.

Tan talentoso como irregular, "Rockin' Robin" fue cuarto en juveniles, ganando el prestigioso Orange Bowl, y en 2002, su último año en la categoría, fue finalista en el US Open.

En 2003, jugó su primera temporada completa como profesional, alcanzando la tercera ronda en Wimbledon y perdiendo la definición en Estocolmo. Ese año finalizó 86º en el ranking, cuando aún no cumplía los 20. Era un talento precoz que ilusionaba a los suecos, que veían cómo sus mejores tiempos quedaban en el pasado con el retiro de Magnus Norman, Jonas Bjorkman y Joachim Johansson, pero sus actitudes nunca fueron

bien recibidas.

Le encanta llamar la atención, lo que le ha generado el rechazo de la mayoría de sus colegas. "He hablado con muchos compañeros y nunca me han dicho nada bueno de él. De hecho, yo lo he saludado hasta seis y siete veces y nunca me ha respondido", dijo Nadal, hace dos años en Wimbledon. En esa ocasión, el ibérico y el escandinavo se enfrentaron en octavos de final, en un duelo que duró tres días por las numerosas interrupciones que se produjeron por culpa de la lluvia. Cuando comenzaba el quinto set, Söderling retrasó dos veces el saque del español: primero fue a cambiar de raqueta cuando el balear ya realizaba el movimiento de servicio y luego empezó a imitar al manacorense por la forma en que se acomoda la parte trasera del pantalón. Se mató de la risa, pero perdió el duelo.

"Estoy harto de esta historia. Hace dos años que me calientan con esto. Nadal es sólo un jugador más", respondió cuando, por enésima vez, le recordaron esa anécdota.

El mayor "invitado de piedra" en semis tiene un récord de 3-4 ante Fernando González (12º), su próximo rival (viernes a las 7 horas de Chile). "Estoy en gran forma. Mi confianza va en aumento, pero será difícil, él es experto en arcilla", anticipa el sueco.

"Cuando llegas a París, piensas sólo en Nadal, pero Robin es un gran jugador y, si tiene un buen día, puede ganarle a cualquiera. Veremos quién pega más fuerte", retó el chileno.

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