El otro Barrio Yungay
<P>Un recorrido patrimonial rescatará una historia poco conocida: el pasado obrero e industrial de Yungay Norte, donde todavía se conservan antiguas fábricas. </P>
La oficina de los hermanos Eric y Raúl Saint Jean está repleta de maceteros de plástico. Tiene también un par de objetos que parecen fuera de lugar, como un enorme órgano de madera y un antiguo espejo de metal. Sin embargo, no lo parecen tanto si se considera que en ese inmueble de la calle Libertad, en la comuna de Santiago, funcionó hasta los años 80 la fábrica de discos de Odeón en Chile, que más tarde sería conocida en todo el mundo como EMI.
En 1987 la multinacional vendió esa fábrica a los hermanos Saint Jean, quienes instalaron ahí la de plásticos Mapla. "Cuando llegamos, aún había varias industrias por aquí. Ahora sólo quedamos nosotros", cuentan los hermanos.
Mapla es una de las últimas que aún existen en la zona norte del Barrio Yungay. Este sector que bordea el río Mapocho tuvo una importante actividad industrial durante el siglo XX. Sin embargo, su historia es mucho menos conocida que la del mismo barrio Yungay, donde en sus años de esplendor habitaron intelectuales y aristócratas.
En cambio, las calles desde Balmaceda hasta San Pablo, entre Brasil por el oriente y Matucana por el poniente, fueron netamente obreras. Ahí se mezclaba la actividad ferroviaria, el humo de las chimeneas y los conjuntos de viviendas sociales de obreros.
Muchos de los vestigios de este pasado aún se mantienen en pie. Mañana, y a propósito del Día del Trabajo, se realizará un recorrido patrimonial gratuito por los lugares más significativos de Yungay Norte. "La idea es rescatar la historia de un barrio que se forjó al calor del desarrollo industrial", asegura Vólker Gutiérrez, presidente de Cultura Mapocho, la organizadora de esta actividad.
En los hitos de este recorrido estará la ex fundición de acero Metalco, que se encuentra en la esquina de Presidente Errázuriz con Maipú. Esta fue una de las fábricas más importantes del sector y su edificio -que ocupa casi una cuadra- conserva las chimeneas, pero está abandonado y cubierto de grafittis.
Otra de las grandes industrias de este barrio tuvo un destino distinto. La ex fábrica de Sal Lobos, en Cueto con Balmaceda, dejó de funcionar hace más de una década, pero hace cinco años fue recuperada y se transformó en Industria Cultural, un centro de eventos en el que han tocado bandas extranjeras como Animal Collective y No Age. En este lugar aún se mantienen los rieles que muestran cómo se creó un desvío del ferrocarril que ingresaba directamente a las bodegas de esta empresa.
"El ferrocarril entre Santiago y Valparaíso fue fundamental en el desarrollo industrial de este sector", acota Gutiérrez. En 1888, en la unión de las calles Balmaceda y Matucana, se creó la Estación Yungay, que conectaba las estaciones Central y Mercado, que más tarde se llamaría Estación Mapocho. Fue así como en torno a esta estación se desarrolló una importante actividad industrial que se mantuvo hasta fines de los 80.
En la esquina de Libertad con Castillo, el ex presidente de la Sofofa, Pedro Lizana, levantó en 1957 una fábrica de cintas elásticas y, décadas después, otra que hacía globos de cumpleaños. "Habían muchas otras. Al lado estaba la Odeón, al frente la Lechera del Sur y en Balmaceda con Esperanza estaba la industria de cosméticos Barbara Lee. Pero alrededor de 1985 todas se empezaron a ir a los nuevos parques industriales que se crearon fuera de la ciudad", relata Lizana. En ese sector también funcionaron la Fábrica Nacional de Huaipe, Laboratorios Simmonds y una fábrica de hielo que estaba justo frente a la Odeón.
Además, en torno a estas industrias se levantaron conjuntos de viviendas para obreros, especialmente para los empleadores de Ferrocarriles.
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