El plan de AquaChile una vez que se abra la Bolsa: ser productor acuícola global

<P>Acaba de asociarse a la mayor productora de saborizantes para alimentos de mascotas del mundo, se expandirá en Panamá y mirará Brasil y Vietnam como posibles destinos. En Chile no desecha nuevas alianzas para crecer en el negocio del salmón.</P>




CRECER en el exterior; explorar opciones para producir en Brasil y eventualmente, en Vietnam; ampliar su presencia en Costa Rica en el negocio de la tilapia y expandirse a Panamá, en el mismo rubro. Todo eso está sobre la mesa de trabajo de la salmonera Aqua Chile, la empresa de las familias Puchi y Fischer, que este 19 de mayo debutará en Bolsa. Ese día y tras un road show que partió en Puerto Montt y abarcó Londres, Nueva York y Sao Paulo, un 30% de su propiedad pasará a terceros. Más de dos tercios de los US$ 350 millones que esperan recaudar financiarán sus planes a seis años, que demandarán una suma de US$ 470 millones. El resto se destinará a disminuir la deuda de unos US$ 380 millones que debió renegociar con la banca en 2009, en plena crisis del virus Isa.

Así, la compañía quiere llegar a 2016 con un volumen de 174 mil toneladas de producción de salmones y truchas, y de 41 mil en tilapia, un pez de carne blanca de gran consumo en países emergentes. Una cifra muy por sobre la de 2008, pre crisis del sector, en que alcanzaba a 106 mil toneladas.

Para dar ese salto, ya tiene definida su ruta: quiere transformarse en un productor acuícola global y mejorar su posición estratégica en Chile. Eso incluye buscar socios. "Quienes conocen nuestro ADN saben que nos gusta asociarnos a empresas que aporten valor", dice el gerente general de AquaChile, Alfonso Márquez de la Plata.

De hecho, la empresa acaba de firmar una alianza con la multinacional francesa Diana, la mayor productora mundial de saborizantes para alimentos de mascotas y soluciones naturales para alimentos, y junto a ella comenzará a levantar una planta en Costa Rica para producir a partir de desechos de tilapia, hacia fines de este año. En este proyecto, que le permitirá eficientar sus operaciones, se asoció también con la chilena Agro Comercial Terramar, proveedora de insumos para la industria de alimentos acuícolas.

"Vemos como nunca el beneficio de la diversificación geográfica. Hoy hace más sentido estar en otros países produciendo otras especies", cuenta. Por ese motivo, están interesados en todas las oportunidades que aparezcan, abanico que incluye adquirir otras productoras o incluso incursionar en otras especies.

Una alternativa es Brasil. "Nunca descartamos el ingreso a países como ese. Es muy interesante desde el punto de vista acuícola y lo hemos mirado en el pasado para hacer algo en tilapia", recuerda. También advierten oportunidades en otros mercados, "como Vietnam con Pangasio, otro pez de carne blanca que tiene un gran éxito en Europa. También están Indonesia, Filipinas y Africa en producción de tilapia", señala.

La búsqueda de asociaciones incluye Chile. "Hay una visión de compañía que es compartida por algunos productores y no me cabe duda que deberíamos estar juntos", afirma. Un candidato posible es el grupo Del Río, dueño de la salmonera Friosur. "Siempre hemos tenido mucha química. Efectivamente, es una de las cosas que nunca descartamos. Ha habido conversaciones y no me cabe duda que existirán a futuro", explica Márquez de la Plata.

Uno de los puntales del plan a 2016 considera duplicar el actual volumen de 20 mil toneladas de tilapia, para lo cual invertirá US$ 57 millones, tanto en Costa Rica como en Panamá. En este último mercado, en el que está asociado al grupo Pelón de la Bajura, es donde se dará el mayor salto. Ahí el plan considera construir, dentro de dos años, una fábrica, "cuando empecemos a pasar las 6.000 ó 7.000 toneladas anuales", anticipa.

¿El potencial de la especie? Se puede producir en muchos países, a diferencia del salmón, donde "el potencial es limitado y el de asociación es grande", sostiene el ejecutivo. En ventas, la tilapia ya asciende a cerca de US$ 70 millones, un 15% de la facturación anual de la empresa. A 2016, "de las 215 mil toneladas que produciremos, cerca de un 20% provendrá de esa especie y el resto, de salmón, trucha y coho", cuenta.

Para Márquez de la Plata, la crisis sectorial -que en su caso redujo a la mitad los volúmenes producidos- "fue una interrupción que nos permitió analizarnos, recomponernos y renacer". En ese camino, tuvieron que hacer un fuerte ajuste financiero y de personal.

Hoy, la compañía es la mayor del sector, maneja el 17% del mercado del salmón del Pacífico y representa el 10% de las exportaciones de trucha. Para superar los niveles previos a la crisis del virus Isa, su estrategia considera construir una nueva planta, dentro de tres o cuatro años. También producir bajo otros parámetros. "Estamos haciendo las cosas distintas. Esta es una industria joven, que aprendió y que no puede seguir cometiendo los mismos errores", comenta.

Sobre los aspectos regulatorios que aún quedan por definir, no cree que tengan un impacto negativo de cara a los inversionistas. "Contamos con un stock de concesiones que podemos transformar en un plan de siembras concreto. No hay algo que vaya a hacer desviarnos de nuestro plan de siembra", afirma.

Actualmente, la empresa es la que más tiene concesiones en el sector: 149 en total, lo que representa 14,3% del mercado. A la fecha sólo utiliza un 45% de esos activos. "Nos queda un 35% a 40% para crecimiento adicional", asegura el gerente. Pero irán paso a paso. "Si tienes los activos en el mar y en agua dulce, hay que ser disciplinado para acometer un plan, más aún si dispones de los recursos para hacerlo", comenta.

El tamaño de la firma, expone el ejecutivo, es una de sus ventajas. Presente en el 50% de los barrios acuícolas del sur, podrá hacer frente de mejor manera a los períodos de descanso programado estipulados en la ley. "Tenemos flexibilidad para hacer eso. Pero un productor más pequeño, que está en dos o tres barrios, quizás no la va a tener", dice.

Mirando el futuro cercano, Márquez de la Plata no cree que la vuelta de Chile a las grandes ligas salmoneras empuje a la baja los precios, mermando la rentabilidad. "En los países emergentes y en los desarrollados la demanda por alimentos está creciendo día a día. Vemos precios estables a futuro y en los niveles que están hoy. La capacidad potencial de producción de salmones en el mundo es de 2,5 millones de toneladas y el año pasado se produjo 1,8 millón. De acá a 2014-2015 tenemos copada la demanda", explica.

Pero hay más. Dado que Chile tiene un gran potencial geográfico de expansión, no comparte la visión de analistas que advierten sobre el alto precio de las firmas chilenas, versus las noruegas. "El múltiplo Ebitda de una empresa que tiene capacidad de crecimiento tiene que ser mucho más alto que el de una empresa que lo tiene utilizado", sentencia.

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