El primer ataque con armas químicas ocurrió hace 1.755 años
<P>Soldados persas asfixiaron a romanos usando azufre, alquitrán y fuego para generar ácido sulfúrico.</P>
Hace 1.755 años, 19 soldados romanos defendían la ciudad de Dura-Europodos (ubicada en la actual Siria) de los embates del ejército persa.
Ambos bandos estaban separados por gruesos muros de adobe que los persas buscaban derribar. Para emboscarlos, los romanos se refugiaron en un túnel bajo tierra, sin intuir que sería su peor decisión. Tras esperar en vano a sus enemigos, una espesa columna de humo negro invadió el túnel y acabó con sus vidas.
Un estudio publicado esta semana en la revista American Journal of Archaeology, que analizó los restos de estos soldados, revela que estos son las primeras víctimas documentadas de la historia de un ataque con un arma química.
Robert du Mesnil du Buisson, el arqueólogo francés que excavó la zona en los años 30, encontró junto a los cadáveres de los romanos cristales de azufre y betún, en una fórmula petroquímica similar al alquitrán. Su tesis, entonces, fue que ambos ejércitos se habían topado frente a frente dentro del túnel, produciéndose una lucha donde los persas habían logrado hacer retroceder a los romanos para después prenderles fuego. Pero Simon James, historiador de la Universidad de Leicester, no quedó tranquilo con esta explicación, tras constatar que los túneles no tenían el tamaño necesario para luchar dentro de ellos y que la posición de los cuerpos no demostraba que hubieran muerto quemados.
Al principio, explica el científico a LiveScience, pensó que los romanos se habían pisoteado unos a otros mientras trataban de escapar del túnel. Sin embargo, eso no explicaba los restos de cristales de azufre y betún en la fosa, ni menos los rastros de humo negro.
Tras años de investigación, James logró reconstruir lo que verdaderamente pasó: los persas se dieron cuenta de que los romanos habían ingresado al túnel para emboscarlos, por lo que decidieron ocupar el mismo túnel para usar un arma no convencional en esa época. Hicieron una fogata dentro del túnel, al que luego le arrojaron alquitrán y azufre. ¿Resultado? Acido sulfúrico, gas tóxico que alcanzó los pulmones de los soldados romanos, asfixiándolos y terminando con sus vidas. No fueron los únicos. Los restos de un soldado persa -que James cree que fue el que activó el ataque-muestran que el humo tóxico también lo alcanzó, muriendo víctima de su propia arma.
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