El renacer que vale un Cóndor de Oro

<P>Denisse van Lamoen, elegida Mejor de los Mejores 2011, proyecta el futuro de su carrera. </P>




Lloró Denisse van Lamoen ayer. No cuando recibió su Cóndor de Plata como la mejor del tiro con arco del año, ni cuando obtuvo un reconocimiento a la actuación relevante de la temporada por el título en el Mundial de Turín. Las lágrimas salieron cuando tuvo que acercarse al estrado del Centro Cultural de la Escuela de Carabineros, sede de la entrega de premios del Círculo de Periodistas Deportivos, a decir algunas palabras para agradecer el galardón al Mejor de los Mejores de 2011.

Tampoco se contuvo ante las cámaras y grabadoras. Ni cuando llegó a abrazarla su madre. La arquera no podía más de emoción.

Denisse van Lamoen era uno de los seis nombres, junto con Alberto González, Kristel Köbrich, Bárbara Riveros, Eduardo Vargas y Tomás González, entre los que una comisión especializada dirimiría al gran deportista del año. Y ganó por amplia mayoría, sin necesidad de una segunda vuelta, según trascendió. De saber eso, quién sabe si la ariqueña, de 32 años, hubiera vuelto a llorar.

Es que la emoción estaba guardada. La deportista estuvo alejada de los blancos mucho tiempo. Por un dopaje nunca resuelto, alguna vez, y por sus estudios de Derecho, después, entre otros problemas. Finalmente, regresó y no sólo consiguió la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, sino que se dio el gusto de ganar la máxima competencia en Turín. "Sé que este premio me lo dieron por el Mundial, pero yo lo tomo como un premio a mi trayectoria... para bien o para mal", dice Van Lamoen.

"Este es un renacer, una reinvención, pónganlo como quieran. Hice una apuesta, que fue cambiar cosas técnicamente, y resultó. Pude fracasar, pero era mejor intentarlo", agrega la deportista, intentando sujetar el pesado Cóndor de Oro.

Van Lamoen reconoció que lo ha pasado mal. No le gustó ser nombrada como una de las decepciones de los Juegos Panamericanos de Guadalajara, donde Chile sólo conquistó tres medallas de oro. "Es injusto hablar de decepción cuando hay un esfuerzo tan grande de todos nosotros, cuando un deportista da todo de sí. Creo que decepción es lo de los futbolistas: llegar a entrenar en estado alcohólico".

El factor Frederick

Nada de esto hubiese sido posible, asegura la deportista, si no fuera por su nuevo técnico, el alemán Martin Frederick, quien en sólo siete meses hizo ese cambio radical en la deportista. Precisamente, lo que ella buscaba: "Martin cambió detalles en mí, y este deporte se trata de eso, de detalles que hacen grandes diferencias".

Sus palabras eran seguidas desde lejos por el DT germano, de 42 años, a quien la RDA le dio pocas oportunidades de participar en su época de arquero, pero que fue de 2001 a 2010 técnico nacional de su país. "Con Denisse trabajamos muy bien e hicimos un plan a 2016, pero vamos paso a paso", dice Frederick, a quien ya le explicaron que en Chile los planes se presentan año a año.

Sobre las posibilidades de su dirigida en los Juegos Olímpicos, asegura que "el objetivo es llegar a la final, es decir, los ocho mejores. Ahí, puede pasar cualquier cosa". Para la deportista, en Gran Bretaña "las posibilidades de hacer algo grande están".

Van Lamoen también está confiada con la continuidad del head coach de la arquería, al punto de poner en jaque su continuidad a la presencia del alemán en Chile hasta 2016. "En estos momentos me preparo para Londres 2012; después de los Juegos, me daré seis o siete meses para titularme de abogada, y después retomaré para pensar en Río 2016, siempre que siga Martin, sola no". Eso la ariqueña no lo dijo llorando, sino con una sonrisa grande.

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