El rey de la bachata se coronó de monarca en la Quinta

<P><I>En la noche más eufórica del certamen, Romeo Santos confirmó su popularidad aplastante, dio una presentación donde reinó el descontrol y, finalmente, despertó al monstruo.</I></P>




Anoche, incluso antes de que Rafael Araneda y Carolina de Moras -vistiendo un diseño amarillo de Matías Hernán- se aparecieran en el escenario, la Quinta Vergara estaba encendida, con gritos, locura y fanáticas: el plato fuerte del lado más popular del Festival estaba listo, con la presentación de Romeo Santos, el bachatero que regresó por tercera vez a Viña, convertido en éxito continental.

Las entradas para la cita festivalera fueron las primeras en agotarse; en 48 horas desde que estuvieron a la venta fueron todas compradas, y así las fanáticas convirtieron a Santos en el número más codiciado del año en Viña.

Romeo Santos llegó a la Ciudad Jardín pasadas las 15.00 horas, directo a una prueba de sonido en la Quinta Vergara, para después esperar su show de la noche en el hotel Sheraton, donde estuvo alojando su equipo. Mañana, el desafío es otro: presentarse en un Estadio Nacional que promete estar casi repleto (ver recuadro) y donde el estadounidense debe seguir demostrando por qué le llaman "El Rey".

Anoche, en el Festival, el escenario era digno de su estatus -autobautizado- de monarca: alfombra roja y leones dorados. Santos apareció con anteojos de sol, chaqueta de cuero negra y su sonrisa ganadora, y comenzó el show con Inocente. El micrófono estaba lleno de "bling bling": dorado, con corona y joyas.

El cantante se dedicó, durante casi dos horas, a enamorar a la Quinta, que no ofreció resistencia y se entregó a su ritmo. Tomó en brazos a una guagua que le pasaron del público, hizo "la colita", se cambió de vestuario, hizo que el público moviera las manos de un lado a otro, hizo movimientos pélvicos con el micrófono y hasta se dio el lujo de coquetear desde el escenario con una risueña alcaldesa Virginia Reginato.

El repertorio pasó por sus éxitos y los de su antigua banda, Aventura: Amigo, Fui a Jamaica, Loco, Cancioncitas de amor, Promise, Tu veneno, Odio, Eres mía o Obsesión, fueron todas coreadas por un público enloquecido ante el cantante.

"Confieso que realmente no sé por qué le dicen monstruo, porque son hermosos todos", dijo Santos, quien también dio lecciones sobre amar, cuidar y piropear a las mujeres.

El monstruo, totalmente manso bajo el embrujo del ídolo de la bachata, le otorgó cerca de la medianoche las gaviotas de plata y de oro. Romeo Santos remató su presentación con Propuesta indecente, en un coqueto show en el que colaboró la jurado del Festival y actriz Isidora Urrejola -justo en el día en que CHV comenzó a promocionar la teleserie vespertina que esta protagoniza-, con una cama y revolcones bajo las sábanas.

Cuando fue desmontado el escenario, la Quinta se llenó de pifias, mientras comenzó un éxodo masivo desde las gradas; aún quedaban las presentaciones de la competencia, y de la banda Noche de brujas. El monstruo, despierto y con hambre por primera vez en la semana, no dejó estar a los animadores en la Quinta, reclamando por el regreso de un ídolo que nunca llegó; ya iba camino a Santiago, para hoy tener un romance con el público del Estadio Nacional.

El rating, entre 21.46 y 00.16, marcó 28,5 para Chilevisión, 18,7 para Mega, 6,6 para Canal 13 y 4,5 para TVN. El peak fue de 39 puntos a las 23.27 horas.

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