El rock enmascarado de Slipknot vuelve a Santiago

<P>La reconocida banda estadounidense de metal viene en septiembre, concretando su segunda visita al país. </P>




Estaban destinados a convertirse en los emisarios de una nueva clase de metal, no sólo momificado en los riffs violentos y el pulso acelerado, sino que ávido por hallar otros contornos en el nu metal, el sonido industrial y hasta el rock más melódico, muy en la ruta abierta por Faith No More, Deftones o System of a Down. Pero tropezaron con la tragedia: en 2010, uno de sus fundadores y cerebros, el bajista Paul Gray, murió tras una sobredosis de morfina, lo que timbró una fuerte interrogante en torno al futuro inmediato del conjunto, cuyos miembros hablaron de bajar el telón para siempre y de que no tenía sentido continuar sin una de sus piezas capitales.

Pero la banda estadounidense Slipknot se recuperó, llenó la vacante con un nuevo músico, editó un nuevo disco con carácter de revancha - el sólido .5: The Gray Chapter- y regresó a las giras de largo aliento. Las mismas que lo traerán de vuelta a la capital: la banda caracterizada por nueve integrantes que lucen máscaras aterradoras, un combo fulminante que ostentó uno de los espectáculos en vivo más demoledores de la década pasada, se presentará el miércoles 30 de septiembre en Movistar Arena.

El recital es parte de un recorrido regional que tiene como base su escala en Rock in Rio, sólo cinco días antes de la cita chilena, y demostrando que el festival brasileño se ha convertido en la instancia que nutrirá de un número importante de artistas a la cartelera local. Slipknot se suma a las ya anunciadas venidas de Katy Perry y Queen, a las que en los próximos días se podrían agregar otros nombres.

Como fuere, la furia enmascarada de Slipknot se anotará su segunda vez en Santiago, luego de su debut de hace una década -en septiembre de 2005- en el Velódromo del Estadio Nacional, uno de los shows más intensos de ese año. Por ese entonces, la agrupación, hasta hoy liderada por Corey Taylor -vocalista carismático y con un registro elástico que va del bramido gutural a las composiciones más melancólicas- llegaba amparada en el impacto de sus dos primeros trabajos, el debut homónimo de 1999 y Iowa (2001), estampa que de alguna manera reflotará en su nuevo viaje hacia al sur.

Según la prensa especializada, su último álbum configura una vuelta a sus raíces, a los días donde la exploración creativa estaba subordinada a la velocidad y la brutalidad. "Es igual de retorcido y abrasivo que sus mejores registros", puntualizó The Guardian, mientras que la web Blabbermouth, especializada en rock pesado, destacó: "Los sonidos más duros de Slipknot aún hablan de un grupo en plenas condiciones". Frases de prensa que, a la hora de observar la historia reciente de los norteamericanos, inscriben la insuperable marca de la revancha y la resurrección. Las entradas para su concierto en Santiago deberían salir a la venta este lunes 27.

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