El sueño de Fantasilandia 2.0
<P>El Parque O'Higgins se está haciendo chico y la concesión tiene fecha de término. El plan B considera un parque acuático y reflotaría el desaparecido Mundo Mágico. Gerardo Arteaga, gerente general de Fantasilandia y nuevo <I>chairman</I> de la Asociación Internacional de Parques de Diversiones y Atracciones, sueña en grande, pero la decisión no está tomada.</P>
Gerardo Arteaga tenía cuatro años cuando su padre del mismo nombre abrió las puertas de Fantasilandia en el Parque O'Higgins. Era 1978 y con apenas ocho juegos (hoy tiene 40) el parque de entretenciones se convirtió en un panorama imperdible para los santiaguinos que llegaron a disfrutar de atractivos ahora clásicos como "Century 2000" en un país donde la oferta para divertirse era escasa.
En los veranos que siguieron, Gerardo y sus hermanos acompañaban a su papá. Su juego favorito era el "Pulpo", ese armatoste verde que hoy figura en una de esas ferias itinerantes que se instalan en las playas. Pero él no iba a jugar sino que a trabajar. Su primera tarea fue llenar las bebidas. "Siempre quise trabajar en Fantasilandia, desde chico. Me gustaba operar los juegos. Me encantaba… y me sigue gustando".
Veintiséis años después de la inauguración del parque, Arteaga es gerente general de Fantasilandia. "Yo creo que soy de los pocos chairman que puede operar casi el 80 por ciento de los juegos que hay en Fantasilandia". Hace un mes, además, asumió la presidencia de la Asociación Internacional de Parques de Diversiones y Atracciones (IAAPA, por sus siglas en inglés), una organización que reúne a más de cuatro mil miembros de 97 países y que agrupa a los principales parques del mundo, como Disney o Universal Studios. Un acontecimiento tan importante como improbable, tomando en cuenta que Latinoamérica representa apenas el 4% de la industria a nivel mundial y que Sudamérica ha visto decaer parques emblemáticos como el Play Center de Sao Paulo, que pese a que tenía un mercado superior a los 20 millones cerró hace dos años, o el estancamiento de otros, como el Parque de Entretenciones de Tigre, en Argentina, que no ha presentado grandes novedades en los últimos años.
Lo mismo se ha visto en Chile. Mundo Mágico, Parque Hollywood y Parque Aventura terminaron en el olvido. Según Arteaga, la industria del entretenimiento es más compleja de lo que parece porque tiene muchas variables que no se pueden manejar. ¿Una? "Si llueve una semana en vacaciones de invierno el año nos queda en cero y no tenemos cómo recuperar eso", dice.
El nombramiento de Arteaga en IAAPA es visto como un reconocimiento al prestigio que ha alcanzado Fantasilandia en el mundo de los parques de entretenciones. Más, si cuando se integraron a la organización Chile no existía en el mapa para ellos y eso es algo que a veces todavía pasa. Arteaga lo grafica con una anécdota reciente: en la ceremomia donde asumió como la cabeza de IAAPA en Orlando, Estados Unidos, le comentaron: "¿Eres chileno? Mira, hace poco estuve en Machu Picchu...".
Sueño en grande
Si hay algo que caracteriza a las grandes atracciones en Estados Unidos y en Europa es que están ubicadas en las afueras de las ciudades porque necesitan grandes extensiones de terreno. No es el caso de Fantasilandia. "Uno de nuestros desafíos en estos años ha sido lidiar con un espacio constreñido. Hay muchos proyectos que no se pueden hacer por la falta de espacio", dice Arteaga.
No es el único tema que tiene que ver con el Parque O'Higgins. El año pasado, la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, anunció que revisaría el contrato de concesión con Fantasilandia, que caduca en 2022 y que le entrega al municipio mensualmente 120,35 UTM ($5.198.879 aproximadamente), lo que suena a un aporte exiguo tomando en cuenta que el parque factura seis mil millones de pesos cada año en corte de entradas. En Fantasilandia, en cambio, piensan que el costo de la concesión se ajusta a la realidad que implica desarrollar un parque de diversiones con altos costos de inversión, operación, mantenimiento, contribuciones por $ 85 millones anuales y un valor de entrada que está entre los más bajos del mundo para parques de este tipo. Según Arteaga, el tema fue aclarado con la propia Tohá.
En Fantasilandia no pueden esperar a que se cumpla el plazo de concesión para saber qué hacer: si quedarse o partir del Parque O'Higgins. Dicen que es una decisión propia y no pasa por la contingencia. Por eso ya tienen un plan B. Lo que se sabe, hasta ahora, es que tienen un terreno de 40 hectáreas en la Región Metropolitana con conexión al metro. ¿Dónde? Prefieren reservarse ese dato.
Lo que sí adelanta Arteaga es que el diseño del nuevo proyecto está listo. "Me encanta. Es un proyecto que tiene más para soñar y para desarrollar. Me gustaría que fuera realidad, pero también le tenemos mucho cariño a lo que hemos hecho en el Parque O'Higgins. Lo que sí es seguro es que no podemos hacer competir a dos parques", sentencia. Ya lo hicieron una vez con Mundo Mágico, la réplica de Chile en miniatura ubicado en el Metro Pajaritos que "convivió" casi 20 años con Fantasilandia, pero que no prosperó. "Creo que ese era un proyecto adelantado para nuestros tiempos. Más que subirse a una máquina o a un juego, tenía un valor cultural, similar a ir a un museo. Pero nunca pudimos recuperar la inversión y por eso decidimos cerrar", explica.
Una de las novedades de Fantasilandia 2.0 sería precisamente que podría reflotar Mundo Mágico o al menos una parte. Para eso las maquetas están conservadas e intactas, lo que permitiría tener el centro de Santiago y algunos hitos del país en miniatura.
El proyecto, además, contempla como gran atractivo un parque acuático. "Es un proyecto pensado para que se desarrolle en 40 años, no es que el día uno va a estar todo levantado. La idea del plan maestro es aprovechar al máximo el terreno".
La decisión no está tomada y en la balanza pesa el cariño y el recuerdo de su actual ubicación enclavada en el corazón de Santiago, que mientras no se tome una decisión, sigue creciendo. "El desafío es mantenerse vigente, que cada vez que vayas a Fantasilandia encuentres algo nuevo y que te sorprendas".
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