El última máquina de Salazar

El Mini John Cooper Works WRC con que correrá el Mundial de rally será la última gran máquina que conduzca Eliseo Salazar. El mismo ha dicho que la fecha cordobesa que disputará el último fin de semana de abril será la que cierre su historial en las grandes competencias.

Salazar ya está preparando su participación en las sierras transandinas y hoy y mañana hará pruebas en Portugal con el mismo auto con que competirá ante Loeb, Hirvonen o Latvala, en Argentina. Cristal Cero permitió que La Tercera lo acompañara en estas pruebas en la que conocerá su nueva máquina.

El Mini volvió el año pasado al Mundial, de la mano del equipo Prodrive, que ya había tenido grandes experiencias con el Subaru Impreza, del inglés David Richards, responsable también de Aston Martin y de los equipos BAR y Benetton, en la F1.

El motor de 1,6 litro fue desarrollado por BMW basado en el mismo impulsor del modelo Countryman. Es el mismo que usan los BMW en el Mundial de Turismo. También son propios del auto de calle los frenos, sin ABS, claro. El tablero varía a uno digital con una luz para indicar al conductor cuándo debe cambiar de marcha. Gracias a su diseño original y pese a la jaula antivuelco, el Mini tiene uno de los mayores espacios interiores y calza neumáticos Michelin.

"Este es un Fórmula Uno del rally, de tres cuartos de millón de dólares, completamente electrónico, con suspensiones especiales", dice Salazar.

El regreso del Mini generó expectación, pues no participaba desde los años 60. Los resultados fueron buenos. Dani Sordo logró dos podios y dos top ten en las seis carreras en las que se presentó y el inglés Kris Meeke, un quinto y un cuarto lugar en seis presentaciones. Autosport le dio en 2011 el premio al Auto de Rally del Año.

En 2012, el camino ha sido positivo también, pues el español fue segundo en Mónaco, aunque debió retirarse en la nieve sueca. Ahora bien, el desafío para Salazar será grande, pues los invitados "locales" en las carreras anteriores tuvieron un buen andar.