Embajador de EE.UU. en México desata molestia de Calderón

<P>El presidente mexicano casi no hablaría con el diplomático, tras la revelación de unos "cables Wikileaks".</P>




"¿Ya sabes que el Presidente Calderón y el embajador Pascual ni siquiera se hablan?". El rumor corría desde hace semanas por los ambientes políticos y diplomáticos de Ciudad de México, pero ni en Los Pinos -la residencia oficial del presidente- ni en la embajada de EE.UU. en México se comentaba sobre la supuesta ruptura de relaciones entre el Presidente Felipe Calderón y el embajador Carlos Pascual. El desencuentro se inició a raíz de la publicación de los papeles del Departamento de Estado filtrados por Wikileaks. En concreto, del cable 240473 , escrito por el embajador norteamericano el 17 de diciembre de 2009, horas después de la caída del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva y publicado por El País en diciembre pasado.

En el despacho, firmado por Carlos Pascual, se aseguraba que la localización y muerte del poderoso narcotraficante fue posible gracias a la información suministrada a la Marina mexicana por los servicios de inteligencia norteamericanos. El embajador explicaba que, en un primer momento, tan valiosa información fue transmitida a la Secretaría de la Defensa (Sedena), pero que el Ejército no la había llevado a buen puerto debido a su lentitud y su "aversión al riesgo". Fue ese párrafo el que hizo montar en cólera a Calderón. El pasado 22 de febrero, el Presidente se refirió al tema en una entrevista publicada por el diario El Universal. El director del diario le preguntó:

-¿Cuál es su opinión sobre los cables de Wikileaks?

-Ahí los embajadores o quienes generaron los cables les echaron mucha crema a sus tacos. Siempre querían levantar sus propias agendas ante sus propios jefes, y han hecho mucho daño por las historias que cuentan y que, la verdad, distorsionan.

-¿Puede citar un cable?

-Los que hablaban de la descoordinación entre las distintas dependencias. Yo al embajador estadounidense no tengo por qué decirle cuántas veces me reúno con el gabinete de seguridad ni qué digo (...). Pero la ignorancia del señor se traduce en una distorsión de lo que ocurre en México y se cae en una afectación y una molestia en nuestro propio equipo.

Los rumores sobre el desencuentro siguieron creciendo hasta que, este jueves, Calderón llegó a Washington para entrevistarse con Barack Obama. En una reunión previa con periodistas y editores de The Washington Post, el presidente mexicano volvió a expresar su malestar con el embajador. Ayer, el Departamento de Estado dijo que Washington no planea el relevo de Pascual.

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